martes, 7 de enero de 2020

Castillo de Perputxent (Lorcha, Alicante)


El Castillo de Perputxent se encuentra localizado en las cercanías de la población de Lorcha, al norte de la provincia de Alicante (Comunidad Valenciana). 

Los orígenes de la población de Lorcha son muy remotos e incluso algunos investigadores han querido ver en ella una antigua ciudad romana. Sin embargo, este extremo no ha podido ser corroborado en las actuaciones arqueológicas efectuadas en la zona. 

El nombre de Lorcha, es la castellanización de su verdadero nombre, L´Orxa, que aparece tras la reconquista cristiana de estas tierras, en el que el monarca Jaime I el Conquistador dona los restos del hisn islámico de Perputxent, conocido como Burbudjan en el siglo XII, a D. Gil Garcés de Azagra en el año 1.260, siendo cedido posteriormente a D. Arnaldo de Romani. 

Se trata de una imponente fortificación de planta poligonal, con una superficie aproximada de 3.000 metros cuadrados. Se accede al interior a partir de un largo antemural ubicado en el frente sur, construido con fábrica de tapial de mampostería de grandes dimensiones – 1,40 metros de longitud x 0,80 metros de altura x 0,80 metros de anchura -, presentando varias aspilleras con deriva interna y lanceras de sección oblicua a lo largo de su recorrido, lo que permitía hostigar al atacante desde la liza (Bazzana, Guichard 1.982). 

Para traspasar en antemural, se dispone un acceso en recodo en el frente sur, defendido por un cubo en saliente. El acceso desemboca en la barbacana a través de otro lienzo de muralla construido con la misma fábrica que el anterior. De este punto, se accede a otra apertura defendida por un torreón con aspilleras que da pie a la entrada al albacar interno de la fortificación. Este segundo lienzo está construido con fábrica de tapial de mampostería y es defendido por aspilleras y una muralla con cuatro torres en cremallera y cubos de planta rectangular en saliente, dispuestos de manera rectilínea y a intervalos proporcionales. 

Posiblemente este sistema corresponda con el acceso original de época almohade – finales del siglo XII o primera mitad del siglo XIII -, de conocida complejidad y muy similar a otros que se encuentran en la comarca, como el de Planes o el Castell d´Ambra en la cercana localidad de Pego (Azuar Ruiz, 1995). Hay un quinto torreón, emplazado en el frente noroeste del recinto, en cuyo lado se abre una poterna o puerta de la traición, un pequeño acceso, al abrigo de la escarpada subida, que permite acceder al albacar sin necesidad de traspasar los accesos principales. El recinto, además, presenta una tercera entrada, ubicada en la torre más occidental, a la que habitualmente se la ha llamado Torre del Homenaje, y que está formado por un arco ojival de clara cronología cristiana. Acceder a esta puerta obligaría a los atacantes a realizar un largo recorrido por una estrecha barbacana plagada de aspilleras hasta alcanzar dicho acceso. 

En su interior, se distinguen dos partes: en primer lugar, el área oriental, identificado como el segundo albacar, tratándose de una amplia extensión del terreno aterrazado, en el que encontramos los restos de un gran aljibe y abundantes huellas de estancias y habitaciones correspondientes al momento de ocupación almohade de la fortificación. En segundo lugar, encontramos el área occidental, dominada por una gran "domus" o edificio palatino, de planta ligeramente triangular organizada a través de un patio central donde se halla un gran aljibe, cubierto con bóveda de medio cañón, que está delimitado por tres torres de planta cuadrangular y tres plantas en altura (Bazzana, Guichard,1982; Azuar Ruiz,1995). Debido a su excelente estado de conservación, destaca entre ellas una torre con alzado aproximado de 20 metros, cuya planta baja se encuentra dividida en dos pequeñas habitaciones de las cuales parece arrancar una bóveda de cañón de medio punto, que sustentaba el suelo de la primera planta. En esta torre se encuentran algunos interesantes grafittis que muestran los replanteos de la construcción, previo a su levantamiento. 

Entre la torre descrita anteriormente y la torre sur existe una amplia habitación rectangular de gran profundidad. Sus muros se encuentran construidos en tapial de mampostería muy irregular, excepto el que da a la zona este. En el interior se aprecian las ménsulas que soportaban el entablamiento de madera que tendría el piso superior. Al norte, enfrente de esta estancia encontramos un muro en disposición diagonal de suroeste a noroeste, que aún conserva intacto parte de su almenado, donde se observan los orificios de los manteletes que protegían a la tropa de los impactos que les llegaran del exterior. Es uno de los pocos recintos fortificados de la provincia que conserva dicho elemento. 

Los estudios arqueológicos realizados hasta la fecha confirman que los restos mas antiguos corresponden al "hïsn" islámico de "Barbuyan", que aparece citado en el texto del Pacto de Alcalá, firmado el 16 de abril de 1,244, entre el sublevado Al-Azraq y el infante don Alfonso, hijo del rey Jaime I, más conocido en la historia bibliográfica como el Pacto del Pouet (Azuar Ruiz,1995). 

Posteriormente, el castillo es nuevamente recuperado entre los años 1.248 y 1.258 en una primera revuelta dirigida por el mismo belicoso caudillo montañés. Tras la derrota de éste, el castillo aparece bajo control real en el año 1,259, custodiado por Guillem de Plana, alcaide del castillo por el que recibía 2.377 sueldos más rentas del término castral. Un año más tarde, en 1,260, el castillo abandona su condición de villa de realengo y es cedido al noble aragonés Don Gil Garcés de Azagra, a cambio del castillo de Planes. Fue Garcés de Azagra quien se estableció como primer señor del Señorío de Perputxent hasta el año 1.273, dividiendo las heredades en 58 términos tal y como establece la carta puebla del año 1.285 (Guinot Rodríguez, 1986). 

Después de sucesivas disputas territoriales con los vecinos, el castillo y villa son sacados a subasta, siendo su comprador Ramón de Ruisec, por el que pagó 70.000 sueldos. Posteriormente el castillo es traspasado a otro noble, Arnau de Romaní, a cambio del señorío de Ribarroja, y su hijo concede carta puebla a los musulmanes que habitaban las alquerías de Lorcha y Alquinencia, cuando decidió ingresar en la Orden del Hospital de San Juan de Jerusalén, en Valencia, como voto de pobreza y obediencia. 

A partir de ese momento, el castillo pasa a convertirse en plaza militar y sede de la Orden hasta que en el año 1.319 es traspasado a la recién creada Orden de Montesa, por mandato del rey Jeime II de Aragón y ratificado por el Gran Maestre de la Orden, Fray Arnau de Soler, el 7 de abril de 1.321. A partir de ese momento y hasta que la Orden entra en crisis, el castillo se convierte en su sede más meridional en el Reino de Valencia, siendo cabeza y enseña de Montesa a partir de ese momento. 

Bajo su dominio, se transformó en el actual castillo, dotándole de área palatina, siendo abandonado definitivamente en el siglo XV. En la actualidad es propiedad de la Diputación de Alicante, la cual ha emprendido recientemente acciones de limpieza y mantenimiento de las estructuras más dañadas, mientras está redactándose un nuevo Plan Director de Rehabilitación que acometer en un futuro próximo que permita su puesta en valor y permita visitar esta fortaleza en todo su esplendor, ya que sin duda se trata de una verdadera joya de la castellología alicantina. 

Fuentes: Wikipedia
               Castillos de Alicante
               Guardianes de Piedra
               Ximo G. Rico (Fotos)

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