martes, 7 de enero de 2020

Castillo de Orihuela (Alicante)


El Castillo de Orihuela se encuentra localizado dominando la ciudad del mismo nombre en la provincia de Alicante (Comunidad Valenciana). 

La primera característica topográfica de Orihuela y que conviene remarcar es su ubicación estratégica con el dominio visual que le otorga la posición de su alcázar islámico-medieval, encaramado en el monte de San Miguel, a unos 235 metros de altitud respecto de la urbe medieval que se divisa a sus pies y atravesada por el río Segura. Esta es la imagen que nos ha legado la miniatura del Cartulario del Libro de Privilegios de Orihuela conservado en el en el Archivo Histórico Nacional, y que refleja a la perfección la potencia y contundencia de su castillo, que simboliza la ciudad fortificada por excelencia, reservada a la jerarquía militar, del que se conservan un aljibe y los restos de un recinto poligonal con lienzos de muralla en zig-zag. 

Existe un segundo recinto, a modo de gran albacar compuesto por cinco cubos en saliente, que actúan a modo de bestorres, con mampostería en su base y encofrados de tapial islámico, donde parece situarse el acceso al interior del castillo-fortaleza, con dos torres flanqueando una puerta de ingreso directo. Los estudios efectuados por Rafael Azuar Ruiz señalan que los restos pertenecen, casi con total seguridad, a la época taifa-almorávide situada en los finales del siglo XI y la primera mitad del siglo XII (Azuar Ruiz, 1995). 

Como refleja la miniatura nombrada, de dicho recinto salen dos largos lienzos de murallas con disposición de cremallera que descienden del cerro de San Miguel para enlazar con el complejo recinto amurallado de la ciudad. Una de las cortinas defensivas está construida en fábrica de tapial, similar a la que encontramos en los restos del alcázar oriolano. Mientras que, la segunda cortina, muestra un aparejo diferente, formado por torres macizas con fábrica de mampostería en hiladas horizontales rematadas en las esquinas por sillería labrada, que es una técnica más propia de cronología posterior a la conquista cristiana, es decir, a mediados del siglo XIII, cuando Orihuela es incorporada al Reino de Castilla y León, merced al Tratado de Alcaraz del año 1.243, que es posteriormente ratificado en el Tratado de Almizra, del año 1.244, entre el infante Alfonso de Castilla y el rey Jaime I de Aragón. 

Al final de esta cortina se encuentra la Torre de Embergonyès, de curiosa planta hexagonal y fabricada en tapial, ejemplo único de este tipo de defensas en nuestro solar provincial, y semejante a otras torres como la existente en el valenciano castillo de Cullera o en las Murallas de Badajoz y Cáceres, obras levantadas en plena época almohade, o sea, entre finales del siglo XII y primera mitad del siglo XIII (Azuar Ruiz, 1995). 

Su inicial pertenencia a Castilla no fue impedimento para que en año 1.296, el rey Jaime II anexionara el Reino de Murcia a la Corona de Aragón, incluyendo la ciudad de Orihuela, que comenzará un acelerado despegue económico y social siendo la capital de la Gobernación de “Dellà Sexona”. El castillo se convertirá bajo el dominio aragonés en la sede del Gobernador General, representante del poder de la Corona de Aragón en un abrupto territorio de frontera con el Reino de Castilla y con el Reino Nasrí de Granada. Cuando se produce el largo conflicto bélico entre las coronas de Castilla y Aragón a mediados del siglo XIV, el castillo se convirtió en el símbolo del poder militar, sufriendo un duro asedio de 6 meses por parte del rey castellano Pedro I el Cruel, protagonizando una resistencia numantina bajo la dirección del alcaide y gobernador, Joan Martínez d´Eslava, que murió a consecuencia de las heridas recibidas en el asedio. 

Durante el siglo XV, entre los años 1.402 y 1.469, están documentadas en los Libros de Obras y Cuentas del Castillo numerosas obras de mantenimiento de sus defensas que permitirían mantener el aspecto exterior que apreciamos en el Cartulario de Orihuela. En el siglo XVI, el traslado del frente militar a la costa para atender el grave problema de las incursiones corsarias y berberiscas, y la ausencia de fronteras que defender, hacen que la fortaleza oriolana pierda su interés y se vaya abandonando progresivamente, convirtiéndose con el tiempo en un refugio ocasional para los soldados. En la actualidad, se trabaja desde el Ayuntamiento de Orihuela, y a expensas de la creada Asociación de los Amigos por la Recuperación del castillo de Orihuela, en varios proyectos de recuperación de esta magnífica fortaleza con vistas a que sirva de referente patrimonial de la historia de la ciudad.

Fuentes: Wikipedia
               Castillos de Alicante

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