El Castillo de Orihuela se encuentra localizado dominando la ciudad del mismo nombre en la provincia de Alicante (Comunidad Valenciana).
La
primera característica topográfica de Orihuela y que conviene
remarcar es su ubicación estratégica con el dominio visual que le
otorga la posición de su alcázar islámico-medieval, encaramado en
el monte de San Miguel, a unos 235 metros de altitud respecto de la
urbe medieval que se divisa a sus pies y atravesada por el río
Segura. Esta es la imagen que nos ha legado la miniatura del
Cartulario del Libro de Privilegios de Orihuela conservado en el en
el Archivo Histórico Nacional, y que refleja a la perfección la
potencia y contundencia de su castillo, que simboliza la ciudad
fortificada por excelencia, reservada a la jerarquía militar, del
que se conservan un aljibe y los restos de un recinto poligonal con
lienzos de muralla en zig-zag.
Existe
un segundo recinto, a modo de gran albacar compuesto por cinco cubos
en saliente, que actúan a modo de bestorres, con mampostería en su
base y encofrados de tapial islámico, donde parece situarse el
acceso al interior del castillo-fortaleza, con dos torres flanqueando
una puerta de ingreso directo. Los estudios efectuados por Rafael
Azuar Ruiz señalan que los restos pertenecen, casi con total
seguridad, a la época taifa-almorávide situada en los finales del
siglo XI y la primera mitad del siglo XII (Azuar Ruiz, 1995).
Como
refleja la miniatura nombrada, de dicho recinto salen dos largos
lienzos de murallas con disposición de cremallera que descienden del
cerro de San Miguel para enlazar con el complejo recinto amurallado
de la ciudad. Una de las cortinas defensivas está construida en
fábrica de tapial, similar a la que encontramos en los restos del
alcázar oriolano. Mientras que, la segunda cortina, muestra un
aparejo diferente, formado por torres macizas con fábrica de
mampostería en hiladas horizontales rematadas en las esquinas por
sillería labrada, que es una técnica más propia de cronología
posterior a la conquista cristiana, es decir, a mediados del siglo
XIII, cuando Orihuela es incorporada al Reino de Castilla y León,
merced al Tratado de Alcaraz del año 1.243, que es posteriormente
ratificado en el Tratado de Almizra, del año 1.244, entre el infante
Alfonso de Castilla y el rey Jaime I de Aragón.
Al
final de esta cortina se encuentra la Torre de Embergonyès, de
curiosa planta hexagonal y fabricada en tapial, ejemplo único de
este tipo de defensas en nuestro solar provincial, y semejante a
otras torres como la existente en el valenciano castillo de Cullera o
en las Murallas de Badajoz y Cáceres, obras levantadas en plena
época almohade, o sea, entre finales del siglo XII y primera mitad
del siglo XIII (Azuar Ruiz, 1995).
Su
inicial pertenencia a Castilla no fue impedimento para que en año
1.296, el rey Jaime II anexionara el Reino de Murcia a la Corona de
Aragón, incluyendo la ciudad de Orihuela, que comenzará un
acelerado despegue económico y social siendo la capital de la
Gobernación de “Dellà Sexona”. El castillo se convertirá bajo
el dominio aragonés en la sede del Gobernador General, representante
del poder de la Corona de Aragón en un abrupto territorio de
frontera con el Reino de Castilla y con el Reino Nasrí de Granada.
Cuando se produce el largo conflicto bélico entre las coronas de
Castilla y Aragón a mediados del siglo XIV, el castillo se convirtió
en el símbolo del poder militar, sufriendo un duro asedio de 6 meses
por parte del rey castellano Pedro I el Cruel, protagonizando una
resistencia numantina bajo la dirección del alcaide y gobernador,
Joan Martínez d´Eslava, que murió a consecuencia de las heridas
recibidas en el asedio.
Durante
el siglo XV, entre los años 1.402 y 1.469, están documentadas en
los Libros de Obras y Cuentas del Castillo numerosas obras de
mantenimiento de sus defensas que permitirían mantener el aspecto
exterior que apreciamos en el Cartulario de Orihuela. En el siglo XVI, el traslado del frente militar a la costa
para atender el grave problema de las incursiones corsarias y
berberiscas, y la ausencia de fronteras que defender, hacen que la
fortaleza oriolana pierda su interés y se vaya abandonando
progresivamente, convirtiéndose con el tiempo en un refugio
ocasional para los soldados. En la actualidad, se trabaja desde el
Ayuntamiento de Orihuela, y a expensas de la creada Asociación de
los Amigos por la Recuperación del castillo de Orihuela, en varios
proyectos de recuperación de esta magnífica fortaleza con vistas a
que sirva de referente patrimonial de la historia de la ciudad.
Fuentes: Wikipedia
Castillos de Alicante
Galería:
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