El conjunto amurallado de Olmedo se encuentra situado en la ciudad del mismo nombre en la provincia de Valladolid (Castilla-León).
Olmedo
debe su nombre a la abundancia de olmos que existían en su término.
Fue una de las poblaciones conquistadas por Alfonso VI antes de 1085
y repoblada en 1093 otorgándose el Fuero de Roa. En 1353 estuvo en
ella Pedro I el Cruel, huyendo de su esposa para volver a
reunirse con María de Padilla, cuya hija adulterina Constanza,
Duquesa de Lancaster, recibió Olmedo y otras villas a cambio de la
renuncia a sus derechos a la corona que otorgó en 1388.
Habiendo
pasado más tarde al dominio de Aragón, cuando éste declaró la
guerra a Juan II de Castilla, Olmedo se alió con Juan II, siendo
severamente castigada, pero el rey de Castilla se presentó con un
ejército a sitiarla, y venció a los aragoneses que la abandonaron
aquella misma noche.
En
1467 fue corte del infante Don Alfonso, levantado en armas contra
Enrique IV, y el 20 de Agosto se trabó junto a Olmedo una batalla en
que éste quedó vencedor; pero no llegó a entrar en la ciudad, que
al año siguiente pasó a manos de la princesa que había de ser
Isabel la Católica.
La
importancia que se daba a Olmedo en aquella época se deduce del
refrán "Quien señor de Castilla quiera ser a Olmedo de su
parte ha de tener ". A su amparo se dieron dos batallas que llevan
el nombre de la villa. En la primera fueron derrotados los Infantes
de Aragón y en la segunda se lograría imponer el Pacto de Guisando.
De
la muralla original de Olmedo sólo queda en pie un tercio, estando
mejor conservada la zona norte y oriental. De los siete accesos que
tenía su recinto amurallado sólo quedan dos puertas: la Puerta de
San Miguel, y la Puerta de la Villa o San Andrés, y las puertas
desaparecidas se eran las de San Pedro, San Juan, San Martín, Puerta
Nueva y Puerta de Ulloa.
La
Puerta de San Miguel, siglos XIII-XVI, denominada así por estar junto
a la iglesia del mismo nombre, se abre en doble arco de ladrillo con
motivos decorativos de dientes de sierra, y se flanquea por la gruesa
muralla de mampostería y hormigón, de estilo tipicamente mudejar,
con cubos rectos sobresaliendo del recinto amurallado.
Puerta de San Miguel
La
Puerta de la Villa o San Andrés, denominada así por encontrarse en
lugar principal, se dispone en doble arco de medio punto de ladrillo
con motivos de dientes de sierra en el interior, flanquedada por
gruesos cubos semicirculares y muros de mampostería y hormigón, de
estilo tipicamente mudéjar.
Puerta de la Villa
Fuente: Castillos del Olvido
Galería:
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