La Torre Tolanca se encuentra situada en las cercanías de la población de Sonseca en la provincia de Toledo (Castilla-La Mancha).
Posiblemente
su origen es árabe, aproximadamente del siglo X, y formaría parte
de una red de torres de vigilancia y control de los Montes de Toledo,
para la defensa de la ciudad de Toledo en sus luchas internas.
La
barbacana adosada puede ser posterior ya que se aprecia un tipo de
construcción diferente, de época cristiana, aproximadamente del
siglo XII-XIII, empleándose con la finalidad de defender Toledo de
almohades y almorávides. La repoblación posterior a partir del
siglo XIV trajo como consecuencia su desocupación y abandono.
El
conjunto de la fortificación consta de una torre y una especie de
barbacana posterior adosada a su lado este. La torre es rectangular,
de unos 23 x 9 metros, y gruesos muros de casi 3 m. de grosor. Su
altura máxima son unos 10 m. pero originariamente pudo sobrepasar
los 14-15 metros.
En
su estado actual la torre tiene dos alturas pero por los materiales
acumulados debió tener un tercer nivel que bien pudo ser una terraza
con coronamiento. La planta baja se asienta en la roca y tiene dos
estancias cubiertas con bóveda de medio cañón y varias aberturas a
la planta superior. La estancia más pequeña pudo emplearse como
almacén. Aunque actualmente hay una entrada para acceso al interior,
originariamente no tenía ninguna abertura al exterior. Para el
acceso a la planta superior se ha colocado una escala metálica.
El
segundo nivel se asentaba sobre la cubierta abovedada y sólo tiene
una estancia, probablemente para alojamiento de sus moradores. Por
los restos encontrados pudo estar también cubierta por una bóveda.
En la cara este se encuentra la única abertura existente y que
constituía la entrada a la torre, una puerta de escala, a unos 6
metros de altura. Cabe pensar de la existencia de un tercer nivel, a
modo de terraza, pero se carece de datos.
Adosada
a la torre en su cara este se conservan restos de una construcción
tipo barbacana rematada de forma semicircular y con la entrada
encajonada entre dos muros paralelos. Estos muros son más estrechos
que los de la torre y junto con su forma hace pensar que su origen
fue posterior, de época cristiana.
La
construcción es de mampostería para sus muros, utilizándose
argamasa con toscos mampuestos a base de piedras de cuarzo. En las
esquinas y bóvedas se utilizan sillares de granito.
Fuente: Castillos del Olvido
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