viernes, 13 de marzo de 2020

Torre de Lomana (Burgos)


La Torre de Lomana, también llamada Torre de Bonifaz, se encuentra situada en la localidad de Lomana, en la provincia de Burgos (Castilla-León). 

La torre fue de la familia Bonifaz, de ahí su otra denominación.. Este apellido, que se consideraba originario de Francia, de Italia y hasta nada menos que de algún senador romano, parece provenir de Frías, de donde salió a Burgos y de aquí pasaron a Andalucía. Los dueños de Lomana, como todos los de su apellido, se tenían por descendientes del famoso almirante. Varios Bonifaz fueron alcaides del castillo de Frías por nombramiento real. 

La torre fue levantada por Alonso Bonifaz en tiempos de Juan II. Es, pues, de la segunda mitad del siglo XV y parece que de ninguna manera puede suponerse anterior a 1446, fecha de la donación de Frías a los condes de Haro. Aunque no se ha hallado el mayorazgo, el fundador debió vincular los bienes, pues en la torre siempre sucedió el hijo mayor. En 1663 Juan Bonifaz, regidor de Frías, aseguraba que además de ser su señor también era patrón de la capilla de San Francisco de Burgos, en donde estaba enterrado el Almirante. Como no tenía más que hijas firmó un compromiso con los Bonifaz de Jaén por el que ambas familias serían patrones de la capilla y entierro susodicho “pro indiviso”. 

Es posible que durante la toma de posesión de Frías por el conde de Haro esta familia se mostrara partidaria de los Velasco, por lo que éstos también les nombraron alcaides. No tendrían, pues, ninguna dificultad a la hora de levantar la torre de Lomana. En adelante los Bonifaz estuvieron siempre al servicio de los Condestables, quienes les consideraban sus “primos”. 

La torre ha perdido el tejado (o terraza) y las almenas. Alcanzó varios metros más de altura. Su estado de conservación no corresponde con el de “totalmente derruida”, como afirma Osaba. Ocupa un rectángulo aproximadamente el doble de largo que de ancho. Los muros sobrepasan escasamente el metro de grosor. Está flanqueada de cubos macizos o borjes, todos ellos iguales excepto el de junto a la puerta, que es más grueso, por ser este punto muy vulnerable al tiempo que el terreno ligeramente quebrado. Toda la torre es de mampostería, excepto los vanos que presentan muy buena sillería. 

El frente principal es con mucho el más interesante. La torre dispone de dos pisos y una planta baja. En ésta, además de la puerta de ingreso (1,80 por 2,85 mts.) se abre un portillo de arco mixtilíneo (6,80 por 1,71 mts.) al Este. A ras de suelo dispone tanto al Norte como al Sur de abundantes saeteras. En el extremo superior de esta planta tiene ventanas fusileras (más abiertas al exterior), que por su colocación, así como por la forma, hay que considerarlas posteriores, posiblemente de las guerras carlistas, de tanta influencia en el valle. 

Como en todos los castillos el primer piso fue vivienda de los dueños y también el más lujoso. Posee abundantes ajimeces cuyos arquillos se abren en un solo sillar. El conjunto es una verdadera antología de arcos gótico-flamígeros: trebolados, mixtilíneos, conopiales, carpaneles, etc. Los mayores disponen bajo el parteluz de troneras. Interiormente tienen asientos labrados a los lados. En la última planta vuelven a repetirse los anteriores tipos de ventanas con una novedad: en la vertical de la puerta destaca una ladronera en perfecto estado de conservación. 

Fuente: Castillos del Olvido

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