La Torre de Hoyales de Roa se halla situada en lo alto de un pequeño cerro cercano a la población homónima de la provincia de Burgos (Castilla-León).
El
cerro se ha ocupado desde la época prehistórica. El sondeo
realizado bajo tus pies, se documentó un muro posiblemente
relacionado con una construcción anterior (siglo XII-XIII). También
se encontró parte de otro muro de posible cronología romana y un
hoyo con cerámicas realizadas a mano de época prehistórica.
Esta
es una torre señorial, llamada así por construirse en una época en
que los nobles estaban en frente de los señoríos, es decir
gobernaban un conjunto de tierras y sus aldeas. Aunque con una clara
finalidad defensiva, se levanta también para manifestar el poder del
señor, convirtiéndose en su lugar de residencia además de albergar
a sus soldados.
Se
ven en sus muros los huecos de las vigas y las líneas que dividían
la torre en 5 plantas, en el primer piso todavía se conserva parte
de una viga maestra y en el segundo dos ménsulas o apoyos de piedra.
Además en la excavación se descubrió un hoyo en el centro del
recinto para alojar un gran pilar de madera siendo probable que en el
resto de los pisos también tuvieran pilar central.
La
planta baja o sótano, posiblemente se usaba como de almacén y
cocina, en la primera tal vez estuvieran las habitaciones de
sirvientes y soldados, mientras que la segunda y la tercera, donde se
abren grandes ventanas con bancos laterales estaban destinadas a los
señores (sala comedor y dormitorio). En la última planta los
soldados se encargaban de la vigilancia y defensa de la torre, para
lo cual también servían las estrechas ventanas (saeteras) del
sótano y primer piso.
Aunque
no está claro, la puerta pudo estar al frente, dando acceso al
sótano; aunque tan poco se descarta que tuviera una segunda puerta
en el primer piso, menos accesible en caso de ataque.
Tanto
Cardiñanos como E. Cooper, y con ellos Esiquio Domingo, imputan su
construcción a Constanza de Avellaneda y a Martín V. de Acuña a
finales del siglo XV para defender el señorío sobre la Villa de las
acechanzas del Conde de Miranda, que lo quería para sí con el resto
de la Comunidad de Villa y Tierra. Con todo, en documento de la
propia Constanza se lee “… sobre lo que mi padre tenía
construido...”, texto que permite pensar en una edificación
algo anterior, bien que con la misma finalidad de asegurar el Señorío
y signo de poder.
A
falta de otras referencias documentales, se puede afirmar que los
actuales restos de la torre datan de la segunda mitad del siglo XV,
cuando la rama bastarda de los Avellaneda fortificó su jurisdicción
sobre la Villa con esta Torre y con otras defensas, a las que, según
Vegas publicó en 1991, podría pertenecer en origen la torre de la
iglesia.
De
cuatro plantas de forjados, las esquinas se rematan con garitones
almenados y en el centro de la pared norte (¿también en las otras
tres?) un matacán igualmente almenado. Su defensa se centraba en el
muro del sur y las trincheras, hoy semidestruidas con las bodegas, en
el resto, aventurándose que la puerta de acceso pudiera estar en la
pared del este.
Fuente: Castillos del Olvido
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