El Castillo-Fuerte de San Juan de las Águilas se encuentra ubicado en la localidad de Águilas, en la Región de Murcia.
Situado en una peña al borde al mar, el castillo es un conjunto castrense del siglo XVIII, con una larga historia, edificado sobre sucesivas torres de defensa de los siglos XV y XVI, formado por dos cuerpos muy bien diferenciados: la Batería de San Pedro y el llamado Fuerte de San Juan, ambos unidos por un largo paso o camino al aire libre confeccionado sobre dos muros paralelos de contención, de trazado rectilíneo que se desarrolla por la cumbrera del monte en el que se enclava el conjunto de ambos.
Los puntos más
elevados del conjunto dotan al paisaje de una inconfundible silueta
característica por demás de las atalayas para la observación y
defensa ante ataques enemigos. La ciudad se sitúa a los pies de la
gran peña por la parte que no queda bañada por el mar, y en su
intento de aproximación a la fortaleza sucumbe pronto ante lo
escarpado del terreno.
El fuerte de San
Juan conserva su volumen arquitectónico, deteriorado en remates de
cubierta y fachadas, reducido a sólo lo que es obra de fábrica y
maltratado por la erosión. Se desarrolla en dos plantas: una de
sótano, respecto al acceso, en torno al volumen que ocupa el
depósito de agua, y otra, la de acceso, que se organiza alrededor
del patio. A la cubierta se accedía por una escalera de caracol, hoy
desaparecida, y en ella se desarrollaban labores de defensa
parapetadas por antepechos de remate formando adarves de los que
quedan sólo restos.
Entre 1252 y
1284 Alfonso X puso al frente del castillo una guarnición al mando
de D. Fernández Pérez de Piña, para establecer una cabeza de
puente y avisar de incursiones a la nutrida tropa de la ciudad de
Lorca. No será hasta 1521 cuando se tenga la primera noticia sobre
el proyecto de alzar una torre en el Cerro del Águilas. Hacia 1579
Felipe II encargará a Lorenzo Goenaga la reconstrucción de la Torre
de Águilas, "siendo una de las fortalezas más seguras y
famosas que torres tienen nuestros mares", y se mandó dedicar a
San Juan Bautista cuya imagen era venerada en un nicho del castillo.
Pocos años después, en 1596 el castillo sufrió los efectos de un
fuerte terremoto.
En 1643 se le
envía un escrito al rey comunicándole que los moros han destruido
la torre de las Águilas y en 1652 Felipe IV ordena al Concejo de
Lorca que reconstruya la Torre. Con todo, durante la primera mitad
del siglo XVIII la Torre de Águilas permaneció en un estado de
semipostración, aunque fue mejorada en algunas armas. Hacia 1751 el
ingeniero Sebastián Feringán remite un informe sobre el estado del
castillo al Marques de la Ensenada, pero a pesar del grave peligro
que la torre arruinada conllevaba para la zona, el nuevo castillo no
se levantó hasta 1756.
Fernando VI lo
mandó reedificar de sus ruinas para defensa de aquella costa,
noticia que consta en una lápida de mármol blanco a la entrada de
la fortaleza. El encargado de realizar la obra fue Juan Francisco
Chardenoux. Sobre la antiquísima ruina Carlos III lo mandó
reconstruir de nuevo a fin de que sirviera de defensa a la población,
que ya había aumentado, ante los continuos ataques berberiscos y
para dar seguridad a sus puertos. Desde entonces fue uno de los
castillos mejor fortificados. Reconstruido en forma circular, con una
gola y sibellín terraplenado dispuesto para montar artillería.
Fuentes: Wikipedia
regmurcia.com
Ximo G. Rico (Fotos)
Galería:
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