La Torre La Torreta se encuentra situada en el término municipal de la ciudad zapatera de Elda, en la provincia de Alicante (Comunidad Valenciana).
Situada a 550 metros de
altura, presidiendo la Sierra de la Força d´Elda Portitxol, o
Sierra de la Torreta, de la que toma el nombre por la torre, es el umbral
geográfico entre las cuencas alta y media del río Vinalopó, separando visualmente las poblaciones de Elda y Sax. Por este motivo, y ante la falta visual de las fortalezas de estas dos poblaciones, fue construida esta torre atalaya vigía que comunicaba por los métodos usuales de la época a ambas.
Allí se
encuentran los restos de una torre de planta cuadrada, construida en
tapial calicastrado de tierra, cuyo alzado original apenas contaba
con 2 metros de altura antes de su reconstrucción, quedando intacta
sólo la esquina sureste de la misma con una altura máxima de 2,10
metros en la que se aprecian al menos 3 cajonadas del encofrado del
tapial medieval con que fue edificada.
Se desconoce por donde
se accedería al interior, aunque es de sospechar que estuviera
elevado el vano de entrada respecto al nivel de base, utilizándose
para la entrada a la torre una escalera de mano. A la vista de
algunos documentos gráficos de inicio de los años 70 del siglo XX
la torre tenía al menos 6 cuerpos de encofrado, lo que le daría una
altura original en su construcción de unos 6 metros de altura
mínima. Los trabajos arqueológicos encaminados a su puesta en
valor, plantean que la torre tuviera un mínimo de dos plantas,
probablemente con suelo de madera y escaleras de acceso del mismo
material.
Los estudios que se
realizaron confirman que se trata de una torre construida a finales
del siglo XIV y principios del siglo XV (Poveda Navarro, 2006), a la
vista del registro cerámico formado por producciones cerámicas en
verde y morado paterneras, azul cobalto y reflejo metálico (Azuar
Ruiz, 1983) y que situarían la construcción de la torre, dentro del
marco de los enfrentamientos entre Castilla y Aragón durante la Baja
Edad Media, especialmente durante la Guerra de los Dos Pedros
(1356-1370), donde Joan Ximenis de Perencisa, Baile General del
señorío y alcaide del castillo de La Mola, actúa como defensor del
Valle de Elda (Poveda Navarro, 2006).
De esta forma sabemos, por la
documentación histórica, que a instancias de la reina Sibila, señora
de Elda y debido al alto número de asaltos producidos en el camino
entre Elda y Sax y en el Camino de La Noguera, que enfila hacia
Petrer, en el año 1386 se propone al rey Pedro IV que disponga un
servicio de vigilancia que correspondía a dos soldados mediante la
imposición de un peaje “pro iure guardiae” de un dinero por
persona o bestia para el paso de la sierra.
La torre mantuvo su
uso durante todo el siglo XV, como una de las posesiones de los
Corella en el señorío de Elda, gracias a la concordia firmada el 30
de Agosto de 1494 entre el III Conde de Cocentaina y el obispo de
Cartagena. Con posterioridad, en diciembre de 1705, y durante la
Guerra de Sucesión, el Consejo de la Villa de Elda utilizó la torre
como punto de vigía ante la posible llegada de tropas aliadas.
A principios del siglo XIX la torre es abandonada, iniciándose un deterioro continuo, hasta que en el año 2.006, a
petición y proyecto de la Comparsa de las Huestes del Cadí, se
emprendió, con la petición a la Consellería de Cultura de la
Comunidad Valenciana, las obras de recuperación y puesta en valor de
esta emblemática fortificación eldense (Poveda Navarro, 2006).
Fuentes: Castillos de Alicante
Guardianes de Piedra
Ximo G. Rico (Fotos)
Galería:
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