La Torre de Sella se encuentra localizada en el centro urbano de la población de Sella en la provincia de Alicante (Comunidad Velenciana).
Los
orígenes de Sella están relacionados, como en tantos casos, con la
creación de una alquería islámica después de la invasión
musulmana, alrededor de finales del siglo XII o primeros del
siglo XIII. Fue una importante alquería de la comarca, según consta
en los documentos existentes, durante la dominación almohade de esta
zona.
Fueron los árabes
quienes dejaron una impronta importantísima en esta población, en
aspectos tan considerables como los sistemas de riego y la propia
morfología urbana de la ciudad. Tras
la reconquista de la plaza por las tropas de Jaime I el Conquistador,
la población morisca permaneció viviendo en el lugar, y no sería
hasta la expulsión decretada por el monarca Felipe III ,en el año
1.609, cuando se vieron obligados a abandonar estas tierras y
refugiarse en el interior de la provincia en otras fortalezas todavía
en poder de los musulmanes.
Después de la expulsión,
el señorío paso a manos del Barón de Sella, señor
territorial de la zona, quien dispuso su repoblamiento trayendo
cristianos viejos procedentes de la Huerta de Alicante, mallorquines
y otros cercanos a la población, sometidos al vasallaje de la
baronía, y pagando altos tributos por la ocupación de las tierras
señoriales.
La
torre original es de manufactura árabe, probablemente del siglo
XIII, y es considerada como la principal defensa de la medina
islámica, así como la posterior fortaleza que se construyó en lo
que hoy se conoce como el Castillo de Santa Bárbara de
esta población.
Tras
entrar en posesión de la Baronía de Sella, esta torre fue
transformada en vivienda y parcialmente alterada acorde a las
necesidades de la época, siendo, en sus primeros momentos, una torre
exenta, hasta que, hacia el siglo XVI, se construyó el palacio
señorial de la Baronía de Sella adosado a la misma.
Es
una torre prismática que consta en la actualidad de planta baja y
tres pisos. La planta baja tiene forma casi cuadrada de poco más de
seis metros de lado, resultando un poco más ancha que el resto
debido a un pequeño resalte de sus hiladas inferiores. Esta zapata y
hasta la altura del primer piso está fabricada con sillares de
pequeño tamaño aprovechando el basamento de la original torre
árabe. Los sillares se disponen en la cara externa de la misma y
algunos de ellos todavía conservan las marcas de cantería.
Los
pisos primero y segundo, que posiblemente sean los que daban la
altura original de la torre, están fabricados en mampostería
irregular, llaqueada con junta ancha, mientras que el último piso se
apoya en una cornisa saliente y está enfoscado con mortero de
cemento, evidenciando una cronología mucho más moderna con respecto
a las plantas inferiores.
Los
huecos originales debieron de ser pocos, dada la función
eminentemente defensiva de la construcción, y además de pequeño
tamaño. De ellos destaca el vano de acceso, situado en la fachada de
Levante, de forma rectangular y rematado en arco de medio punto, con
dovelas de gran canto, que en la actualidad está tabicado y fuera de
uso.
La
fachada que da a la plaza es la que ha recibido mayores
transformaciones, con vanos de mayores dimensiones. En la planta baja
se abrió una puerta que nada tiene que ver con la construcción
original, ya que se denota que su acceso primitivo estaba situado en
altura. Asimismo, el balcón de la planta primera, hecho con arreglo
a las necesidades de una vivienda señorial, es totalmente ajeno a la
función defensiva de la torre. Los
huecos del último piso enmascaran lo que pudo haber sido algún
elemento defensivo primitivo de la fortificación, y en la actualidad
han sido transformados en ventanales.
Fuentes: Wikipedia
Castillos de Alicante
Ximo G. Rico (Fotos)
Galería:
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