El Castillo de Tibi se encuentra localizado a 2 km. de la población homónima de la provincia de Alicante (Comunidad Valenciana). Se accede desde Alicante por la
autovía de Alcoy en la salida al efecto en la entrada misma a la
Hoya de Castalla. Es un pueblo pintoresco por su situación que
merece la pena visitar.
El
castillo se encuentra en la llamada Loma
de las Monjas,
a una altura de unos 500 metros aproximadamente y para llegar hasta
él hay que tomar la salida por la carretera que nos lleva hacia
Jijona y a un par de kilómetros hay una indicación a la derecha que
nos lleva hacia el castillo sin pérdida alguna ya que está
perfectamente señalizado. También desde este camino se accede al
famosísimo Embalse
de Tibi,
de finales siglo XV y probablemente uno de los más antiguos de
Europa que se puede visitar al mismo tiempo, ordenado construir por
Felipe II y siendo el ingeniero militar italiano Antonelli il Vecchio
el encargado de su diseño y construcción.
Los
orígenes del castillo y de la población se remontan a la época de
dominación musulmana. Estuvo la medina de Tibi gobernada por varios
reyes, y en esta época fue construido su castillo, cuyos restos
existen en la actualidad. El pueblo perteneció hasta el año 1.240
al rey almohade Zayt-Abu-Zayt, y fue conquistado por el rey Jaime I
de Aragón.
En
el año 1.244, según el Tratado de Almizra celebrado entre Alfonso X
y el propio rey Jaime I en las dependencias del Castillo de Almizra
se trazó una línea que serviría de frontera entre las coronas de
Castilla y Aragón, que partía de Biar y pasaba por Tibi y Busot
hasta el mar.
Don
Jaime I entregó la villa de Tibi a Don Pedro Sancho de Lienda (
caballero navarro) y a su esposa Doña Ixoris de Soler, que tomaron
posesión de un pueblo de unas 150 casas de cristianos viejos,
familias que mantuvieron la fe cristiana durante los 700 años que
duró la dominación islámica. El alcaide del castillo fue el
caballero Don Alfonso de Soler, hermano de la esposa de Don Pedro
Sancho.
El
señorío de la villa de Tibi y su castillo tuvo sucesivos señores
hasta que, a mediados del siglo XV, pasó a manos del marqués de
Villena, Don Juan Pacheco, señor feudal de todo el territorio desde
Jumilla a Villena y desde Belmonte (Cuenca) hasta Tibi.
Posteriormente, a principios del siglo XVIII, el señorío paso a
manos del Marqués de Dos Aguas, hasta la extinción del mismo en el
año 1.717.
El
castillo se ubica en un pequeño barranco cercano a la población y
se encuentra en un notable estado de ruina por no haberse procedido a
ningún tipo de restauración. No obstante, aún se aprecian algunos
restos sobresalientes que aportan numerosos datos sobre el mismo, en
especial respecto a sus dimensiones y estructura.
Por
sus características morfológicas que se observan puede tratarse sin
duda alguna de un recinto cuyo origen se sitúa en la época almohade
(fines del siglo XII-comienzos del siglo XIII), con reformas y
transformaciones posteriores. El edificio ocupa una extensa planta de
forma irregular, que se adecua a las diferentes cotas topográficas,
donde por otra parte se aprecian restos del perímetro de la muralla.
Un
corte efectuado en la roca crea un foso seco, con más de cinco
metros de altura y algo más de tres metros de ancho, que sirve para
separar el promontorio del castillo del otro que constituye el cerro,
siendo un elemento de defensa para más para la fortaleza, ya que el
"foso" permite la desvinculación de ambas partes, a pesar
de que el segundo afecta a la seguridad de las dependencias situadas
a levante del recinto, lugar donde se encuentra una torre de
mampostería.
Circundando
la parte más elevada del cerro se encuentran los restos, casi a
nivel de cimentación, y e cualquier caso aterrados de numerosas
dependencias del recinto fortificado, posiblemente que se trata de
las construcciones de habitación. En la parte central del recinto y
en la cota elevada se encuentra el aljibe árabe, parcialmente
destruido.
Sin embargo, son dos los elementos constructivos de mayor entidad: A levante, una torre cuadrangular, que está construida en mampostería irregular. Se aprecia la construcción de dos hojas de tapial superpuestas. El conjunto debió tener como mínimo dos plantas, si bien el grado de deterioro actual impide cualquier afirmación en este sentido.
A poniente, sobre la cima y coincidiendo con la parte más escarpada del promontorio, está lo que queda de una torre cuadrangular, que posiblemente sea la Torre del Homenaje, construida en fábrica de tapial. Su base es ataludada
procurando la adecuación del terreno. Queda la parte casi completa
del primer piso con la altura de cuatro tapiadas, es decir, unos 3,60
metros, teniendo la parte superior desmochada. En la pared sur se
abrió una ventana de grandes dimensiones, hueco que se reforzó con
sillares y arco rebajado de piedra. Los aspectos ornamentales con
inexistentes.
Se
trata de un recinto en ruina, con escasos elementos conservados por
encima de la rasante del terreno. Cabe destacar la importancia que
todavía tiene la torre de tapial y, en menor importancia, la de
mampostería. Pocos datos más se tienen sobre este castillo que, aún
así, merece contar entre los más espectaculares por su situación
en el terreno, al pertenecer al grupo de los llamados “castillos de
altura”.
Fuentes: Wikipedia
Castillos de Alicante
Ximo G. Rico (Fotos)
Galería:
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