La Torre del Bao, o también conocida como Torre del Barro, se encuentra situada en el término municipal de la localidad de Los Molares en la provincia de Sevilla (Andalucía).
En
Los Molares hubo un poblamiento desde el siglo XIV, pues hacia 1336
el rey Alfonso IX concedió al por entonces alcalde mayor de
Algeciras, Alvar García de Yllas, unas tierras cerca de Los Molares
con la finalidad de repoblarlas a la vez que protegerlas; donación
que se vio incrementada en años posteriores, seguramente como premio
a la buena labor que estaría haciendo el bueno de Don Alvar. Y como
uno de los fines de la donación era la defensa del territorio, el
donatario levantó una torre de grandes dimensiones y fuerte
apariencia, que sirviera de atalaya y refugio a los pobladores en
caso de algarada enemiga.
Sin
embargo, y aún sin finalizar el siglo XIV, estas tierras fueron
abandonadas por los colonos y también la torre que, a pesar de sus
buenas características y mejor ubicación con respecto a otras
fortificaciones próximas, nunca volvió a ser utilizada. Es natural
que, abandonada desde hace tanto, la contemplemos hoy en ese estado
tan lamentable.
Se
trata de una torre atalaya construida en el siglo XIV, de planta
cuadrada, de aproximadamente 12 metros de lado, de la que sólo se
conserva la planta baja, y de ella los muros que la delimitan; ha
desaparecido la bóveda que cubría esta planta, aunque quedan las
cuatro pechinas que la sustentaban, y la escalera de acceso a plantas
superiores. Como mínimo debió tener otra planta más y azotea con
pretiles almenados.
La
fábrica de sus muros es de sillares en el zócalo y en las esquinas,
y sillarejo en el resto, presentando relleno interior con mortero de
cal y mampuestos, todo ellos sobre unos cimientos de cantería, a
falta de rocas en el terreno. Los mampuestos de los muros se
regularizan con verdugadas de ladrillo, cubriéndose todo el
paramento con varias capas de mortero de cal.
Como
curiosidad decir que en los restos de enfoscados de sus muros se
pueden apreciar esgrafiados que simulan las juntas de supuestos
sillares, a modo de engaño o ilusión óptica. A
pesar de los magníficos materiales utilizados en su construcción,
la torre no ha podido sobrevivir al tiempo, ni al cronológico ni al
meteorológico; ni tampoco a la expoliación a la que ha estado
sometida, que aunque ha sido severa, por suerte no ha sido total.
Fuentes: Wikipedia
castillos.net
Galería:
No hay comentarios:
Publicar un comentario