La Torre de los Guzmanes se encuentra situada en la localidad de La Algaba, en la provincia de Sevilla (Andalucía).
La
Algaba cayó en manos castellanas en la primavera del año 1247, como
operación previa al asedio que acabó con la Sevilla musulmana en el
invierno del año siguiente. En el repartimiento de 1253 de los
territorios conquistados, La Algaba fue a manos del infante don
Fadrique, segundo hijo de Fernando III y de su primera mujer, Beatriz
de Suabia. Éste, acusado de traición por sus supuestos amoríos con
la viuda de su padre, Juana de Ponthieu, fue condenado a muerte por
su hermano Alfonso X y ejecutado mediante garrote en Toledo en 1277,
con lo que el señorío de La Algaba retornó a la corona.
En
1304 fue entregada al infante don Alfonso de la Cerda por Fernando IV
el Emplazado, su primo segundo. El infante la cedió más tarde al
conde de Niebla. En abril de 1440, el entonces conde de Niebla trocó
La Algaba, Alaraz, las heredades del Vado de las Estacas y de
Moscoso, y las aceñas del Rey y La Ina, todo valorado en una renta
anual de 230.000 maravedíes, por Medina Sidonia a Juan de Guzmán y
Torres, hijo de Luis de Guzmán, vigésimo quinto maestre de
Calatrava entre 1407 y 1443, convirtiéndose así en el primer señor
de La Algaba.
Este señorío pasó a ser marquesado en tiempos
de Felipe II, monarca éste que, para aliviar su constante necesidad
de dinero, entre otras cosas recurría a la creación de títulos
para la obtención de fondos de manos de las poderosas casas
nobiliarias españolas. Así, en 1565, fue I marqués de La Algaba
don Francisco de Guzmán, hijo del IV señor. En esa época, con el
temor a conflictos civiles ya fuera de lugar, la torre pierde su
utilidad como residencia y como fortificación, por lo que queda
abandonada al mudarse su propietario a un palacio en la misma
Sevilla.
Así pues, la torre quedó pasó desde ese momento a
tener las funciones más variopintas, como refugio para la población
cuando el Guadalquivir se desbordaba, granero e incluso cárcel
local.
Se
trata de una torre fuerte edificada dentro de la población, en una
época en que los conflictos civiles entre las poderosas casas
nobiliarias castellanas hacían bastante inseguro habitar lejos de
los núcleos habitados. Además, esto permitía un mejor control del
vecindario, susceptible de cambiar de bando si se terciaba.
Es
un potente edificio de planta rectangular, de 13,10 x 9,35 metros
aproximadamente, construido enteramente de ladrillo de adobe en el
más puro estilo gótico mudéjar. Cuenta con cuatro plantas y una
azotea almenada. Como elementos decorativos en su austera fachada,
sólo podemos ver un ajimez con arcos lobulados y una balaustrada de
piedra con dos rosetones tallados en la misma, una ventana con arco
de herradura enmarcado sobre un alfiz, el blasón de la Casa de
Guzmán y, bajo el mismo, una lápida escrita con caracteres góticos
donde se lee: “Esta
torre mandó faser Juan de Gusman señor defte lugar, hijo del señor
don Luis de Gusman, maestre que fue de Calatrava. Año de MCCCC e
XLVI años”.
O
sea, que la torre fue concluida apenas seis años después de obtener
el señorío. El acceso se encuentra en la fachada sur al nivel
actual de la calle, y se realiza por un arco de medio punto cerrado
por una reja trabada. Los muros al nivel del suelo tienen un grosor
de dos metros, disminuyendo a medida que se asciende.
En la cara
norte y al nivel de la última planta hay un desaguadero que da
salida al agua de lluvia acumulada en dicha planta, ya que esta forma
un pequeño patio porticado interior rodeado de diversas
dependencias. El parapeto, rematado con merlones encapuchados,
muestra una hilada de aspilleras con derrame hacia abajo.
La
torre está completamente rodeada por el caserío urbano, excepto un
callejón que da a la puerta de entrada, formando una manzana de
casas. Todo el edificio está construido con ladrillo de adobe,
incluso los escalones que llevan de una planta a otra. Sólo
encontramos sillería en la base y el arco de la puerta de entrada,
todo ello labrado en piedra caliza. La torre se encuentra
perfectamente conservada, si bien por estar prácticamente engullida
por el caserío urbano no puede contemplarse en todo su esplendor.
Fuentes: Wikipedia
castillos.net
Galería:
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