El Castillo de Hierro se alza sobre un cerro rocoso a 663 m. de altitud cerca de la población de Pruna en la provincia de Sevilla (Andalucía).
El
acceso al camino de subida a la cima del cerro se encuentra en la
carretera A-363 Olvera-Pruna, a la altura de la Fuente del Pilarillo
(cuyo manantial se cree que se encuentra bajo el castillo), a
aproximadamente 7 kilómetros de Olvera y 1 de Pruna.
Desde
el siglo XIII se conocía como la
Frontera toda
la franja de separación entre cristianos y granadinos: el territorio
que correspondía a los antiguos reinos de Jaén, Córdoba y Sevilla,
nacidos de las conquistas de Fernando III y Alfonso X el Sabio. En el
siglo XIV se acuñó la expresión Banda
Morisca para
referirse a la parte de esta amplia frontera que discurría en el
sector fronterizo del Reino de Sevilla, la formada por el conjunto de
territorios fronterizos que dependieron de la jurisdicción de
Sevilla durante todo el periodo de inestabilidad comprendido entre
mediados del siglo XIII y finales del XV.
La localidad de
Pruna pasó a manos cristianas cuando Fernando III conquistó
Sevilla. En el año 1253, Alfonso X el Sabio dona el castillo de
Pruna a la Orden de Calatrava, pero poco después localidad y
castillo son nuevamente conquistados por los musulmanes.
En
1407 Pruna se conquista definitivamente por los cristianos, volviendo
el castillo a manos de los caballeros de la Orden de Calatrava. En
1457, Enrique IV concede la custodia de Pruna a Rodrigo de Ribera,
Caballero XXIV de Sevilla. En 1482 es vendida a Rodrigo Ponce de
León; en el siglo XVI pasa a depender del Ducado de Arcos y en el
XVIII al Ducado de Osuna, hasta el siglo XIX que son abolidos los
señoríos.
El
castillo se asienta sobre la localización de un campamento romano
que se levantó a su vez sobre el poblado túrdulo de Callet. Su
estructura principal consistía en una gran torre de planta
rectangular, rodeada de cerca por una camisa torreada y más
perimetralmente por una muralla con acceso mediante una puerta en
recodo.
En la torre se diferencian dos fases constructivas: la
inicial (con una planta de 8 por 5,80 metros) del siglo XIV y una
posterior (en la que pasa a medir 11,90 por 9,50 metros y se le añade
la camisa) del siglo XV. Su interior presenta dos cámaras
superpuestas, una a la altura del suelo y la otra a la altura del
adarve de la muralla. La cubierta consiste en una bóveda vaída
apoyada mediante pechinas en un resalte de los muros de la torre.
También se conserva el aljibe de la fortificación.
Tras
su reciente restauración se han recuperado y consolidado la
estructura principal del castillo (la Torre del Homenaje) así como
los restos que quedaban de la camisa y de la muralla exterior. Puede
accederse fácilmente, mediante una escalera metálica, a la cubierta
de la torre.
Fuente: castillos.net
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