La Torre de Martiartu se encuentra situada en la localidad de Erandio en la provincia de Vizcaya (País Vasco).
La
torre tiene una cronología del siglo XVI , y oculta restos de la
primitiva estructura medieval, de fines del siglo XIV o principios
del XV. Es un cubo de sillería arenisca cuyo grosor de muros
disminuye con la altura. Su interior está vacío, aunque en él se
pueden observar restos de la construcción medieval, así como las
huellas de los diferentes pisos en que se dividía la torre.
En
el exterior, los muros se desarrollan perimetralmente conformando
cuatro lienzos con sus respectivas fachadas, asentadas sobre un
basamento que se marca al exterior por un escalonamiento visible en
las fachadas Sur y Oeste, para salvar el desnivel del terreno sobre
el que asienta. En la fachada Sur se localizan dos accesos: en un
primer nivel, el acceso a la planta inferior, bajo arco apuntado de
gran dovelaje con su luz cegada por ladrillo y cemento, al cual se
llega a través de patín.
Aunque
la torre es muy cerrada se observan algunos huecos, como saeteras,
vanos geminados con arcos conopiales y ventanas adinteladas (éstas
en el tercer nivel). Cuenta con tres plantas y en las dos últimas
presenta varias hiladas de canes y ménsulas. Está rematada con
crestería formada por una doble hilada de ménsulas que sustentan
balaustrada horadada por aberturas alternativas, simulando almenado.
En
los ángulos superiores de la torre se observan cilindros apeados en
repisas semicirculares decrecientes. Es una de las torres mejor
conservadas y representativas de la época medieval, junto a la de
Muñatones.
De
comienzos del siglo XVI en su exterior, está en estos momentos vacía
en su interior donde, se pueden apreciar los restos de la torre
primitiva de la segunda mitad del siglo XIV. Fue quemada por los
enemigos del linaje en 1472. A comienzos del siglo XVI se reconstruiría de
nuevo, integrando en sus muros de sillería la torre anterior y
rematando el edificio con garitones esquineros.
Según
el historiador Juan Manuel González Cembellín, Martiartu es una muy
característica torre con sala, de magnífica calidad tanto por su
aparejo como por el acabado de sus detalles formales, y en un
relativo buen estado de conservación en lo que a su exterior se
refiere. Es sin duda, uno de los mejores representantes de su
tipología en Bizkaia, aunque en origen presentó algunas
singularidades que quizás no fueran del todo habituales en las
torres con sala, como el posible balcón corrido.
Como
la práctica totalidad de las torres vizcaínas, Martiartu fue alzada
en torno al año 1500, en concreto entre 1488 y 1511. Los detalles
formales nos acercan más a esta última fecha que a la primera: los
vanos conopiales, aún góticos, no se documentan en Bizkaia antes de
1499, y los de medio punto esperan hasta 1511; la gárgola se asemeja
notablemente a la de Santa María de Portugalete, posterior a 1500;
incluso la apurada sillería nos acerca a construcciones del XVI.
El
origen de los Martiartu no resulta claro. Su primer representante
conocido fue Diego Pérez el Viejo. Este personaje aparece
entre los testigos del pleito homenaje que en 1356 hicieron los
principales hidalgos y algunas villas vizcaínas al rey Pedro I.
Es
a mediados del siglo XIV cuando los Martiartu se convierten en los
jefes activos de la comunidad adquiriendo su pariente mayor la
importancia suficiente como para ser aceptado al lado del señor.
Este ascenso se vería ratificado una generación más tarde, en la
persona de Martín Ortiz de Martiartu quien afianzó las bases
económicas familiares muy posiblemente por su participación activa
en la industria molinera.
La
construcción de la casa era el corolario del proceso de
nacimiento de un linaje. Así pues, si con Diego Pérez el Viejo los
Martiartu adquirían carta de naturalidad, sería con Martín Ortiz
con quien pasarían a formar parte de los linajes de cierta
importancia –aunque siempre en segunda línea, por detrás de los
grandes protagonistas de las guerras de bandos–. Y sería él quien
construyó, en el último cuarto del siglo XIV, la primera torre de
Martiartu.
Este
auge de los Martiartu quedaría ratificado en torno a 1400 cuando
Martín Ortiz obtuvo el cargo de gobernador mayor de la hermandad de
Bizkaia. Fue precisamente haciendo uso de este oficio como encontró
la muerte, cuando en 1415 se alzó dicha hermandad nada menos que
contra el corregidor Gonzalo Moro.
Le
sucedió al frente del solar su hijo homónimo, que falleció a su
vez en 1444, en la pelea que en el alto de Ganguren (Bilbao) enfrentó
a los Butrón con sus tradicionales enemigos, los Avendaño. Su
cuerpo yace, junto al de su mujer Mayor de Zamudio, en el sepulcro
gótico que se encuentra en el pórtico de la iglesia de Santa María
de La campa de Erandio. Este segundo Martín Ortiz no tuvo
descendencia masculina, pasando sus posesiones a su hija, María
López de Martiartu, y a su marido Ochoa Ortiz, pariente mayor del
linaje de Guecho.
Esta
unión Guecho-Martiartu estaba orientada a garantizar el monopolio
sobre los molinos de la zona. A partir de este matrimonio la torre de
Martiartu quedó relegada a un segundo plano dentro del conjunto de
las posesiones familiares, y sus señores no volvieron a residir en
ella. Mantuvieron la condición de vecinos de Erandio –durante el
Antiguo Régimen la doble o incluso triple vecindad fue una
constante: se era vecino de todos los municipios en los que se era
propietario–, y sólo volvieron a la torre en momentos puntuales
–firma de un documento, toma de posesión del mayorazgo–.
Pero
lo cierto es que su residencia habitual se había trasladado a Getxo,
donde se mantuvo hasta el siglo XVII, pasando después a Bilbao, al
unirse al vínculo de Barraicúa primero, y al marquesado de
Villarías después. La torre de Martiartu quedó convertida, por
tanto, en un símbolo del poder del linaje.
Pero
lo cierto es que su residencia habitual se había trasladado a Getxo,
donde se mantuvo hasta el siglo XVII, pasando después a Bilbao, al
unirse al vínculo de Barraicúa primero, y al marquesado de
Villarías después. La Torre de Martiartu quedó convertida, por
tanto, en un símbolo del poder del linaje.
Fuente: Castillos del Olvido
Galería:
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