El Castillo-Palacio de Carlos V se encuentra situado en la calle Harma Plaza nº 14 del casco histórico de la localidad de Hondarribia, en el punto más alto de la población, en la provincia de Guipúzcoa (País Vasco).
Aunque
Hondarribia era ya importante en tiempos de los romanos, la actual
población tiene su origen en época medieval, siendo una de las
poblaciones marineras del antiguo reino de Navarra. Pronto pasó a
jurisdicción de Castilla, y en el año 1203 recibió del rey Alfonso
VIII la carta puebla de San Sebastián. La estratégica situación de
esta localidad la convirtió en una plaza relevante y fuertemente
amurallada.
A lo largo de su historia tuvo que soportar
numerosos asedios, como el ocurrido en el año 1521, cuando Enrique
II de Francia ocupó la fortaleza en un intento de recuperar Navarra,
o el del año 1638, que dio origen al famoso alarde que lo conmemora.
En en año 1794 fue tomada por los franceses durante la guerra de la
Convención, quienes destruyeron parte de sus murallas y el castillo.
En la primera guerra carlista tomó partido por este bando, pero en
el año 1837 fue tomada por el general Cristino Espartero.
El
castillo de Carlos V fue construido en el siglo XII sobre una
fortaleza anterior atribuida a Sancho II Garcés Abarca, que fue Rey
de Navarra y Conde de Aragón entre los años 970 y 994. La fachada
que hoy día puede verse fue mandada construir por el Emperador
Carlos V a raíz de su visita en el año 1539. Las importantes
reformas que Carlos V ordenó hacer en este edificio dieron origen al
nombre del castillo. El castillo fue destruido en gran parte por los
franceses en el año 1794, pero quedó la gran masa cuadrangular de
la fortaleza.
El palacio-castillo de Carlos V es famoso por
sus recuerdos históricos, ya que entre sus huéspedes figuran los
Reyes Felipe II y Felipe IV, el Emperador Carlos V o la Reina Isabel
de Borbón. La edificación combina elementos de estilos gótico y
renacentista.
El castillo es de planta cuadrangular, con
fachadas lisas y muros de casi tres metros de grosor en las fachadas
norte, sur y oeste, y de dos metros aproximadamente en la fachada
este, que corresponde al palacio. La fachada principal da a la Plaza
de Armas, donde se ejercitaba la tropa y se hacían las
proclamaciones reales.
La fachada principal es eminentemente
de sillar y cuenta con una línea de pequeños huecos de medio punto
abocinados: dos a cada lado de la puerta y otros dos más sobre ella.
Las ventanas rectangulares fueron añadidas posteriormente.
Destaca
la portada, de reducidas dimensiones pero de una gran belleza. La
entrada es un arco deprimido rematado por un alfiz decorado con bolas
y, sobre él, el escudo imperial con el águila bicéfala y el Toisón
de oro que corresponde a la Casa Real española de los Hasburgo. Sus
bóvedas de piedra sostienen una ancha plataforma, o terraza
superior, que estuvo dotada de diez piezas de artillería.
La
fachada norte estaba ocupada por el parque de artillería y el
almacén de pólvora, edificaciones de las que hoy sólo quedan
algunos restos. La fachada sur, la que da a la iglesia, se conserva
gran parte, sobre todo la correspondiente al castillo donde se
alojaban el cuerpo de guardia y las caballerizas. En una de sus
ventanas, que en otro tiempo fue una puerta, todavía puede verse un
remate con decoración de bolas semejante al de la portada de la
fachada principal.
El interior, con varias crujías de gruesos
paredones y grandes salas abovedadas, guarda el aire de la época,
con estandartes, cañones, escudos, muebles antiguos o de imitación,
etc. Se encuentra en buen estado de conservación, restaurado y
convertido actualmente en Parador Nacional.
Fuentes: castillos.net
garcilanga (Fotos)
Galería:
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