sábado, 20 de junio de 2020

Torre de Ibargüen (Gordexola, Vizcaya)


La Torre de Ibargüen, también llamada Torre del Pontón, se encuentra situada en el barrio de El Pontón, de donde toma su otro nombre, a escasos metros del puente sobre el río Pontón, en la población de Gordexola de la provincia de Vizcaya (País Vasco). 

Es una construcción de estilo gótico-renacentista llevada a cabo en el siglo XVI, que tipológicamente, responde a los esquemas de las torres sin salón: volumen cúbico, dos alturas más camarote, hermetismo de los muros en el piso bajo y algunas ventanas en el primero, vano de ingreso a la cuadra estrecho, presencia de aspilleras altas de iluminación en parte de los muros. 

Es de planta cuadrangular, con una considerable altura, la mayor en cifras relativas entre las torres sin salón de la comarca, a la que, además, se ha añadido un camarote que recrece el edificio en más de un metro. Este volumen, bastante cúbico en origen, acoge hoy tres alturas más el ya mencionado desván. 

Sus muros, asentados sobre un zócalo de escasa salida, se aparejan en mampuesto de pequeño tamaño, recuadrado conformando piezas alargadas y ordenadas en hiladas. Las esquinas y recercos de vanos se refuerzan mediante sillares areniscos. El sistema de vanos está muy modificado, ya que en el siglo XVII la torre sufrió profundas transformaciones, pero aún pueden verse algunos de los huecos primitivos, y huellas de otros desaparecidos. 

Así, en el piso bajo, en la cuadra, se conserva un acceso apuntado abierto en la cara derecha. Aquí se hallan, además, varios luceros, todos ellos abocinados hacia el interior. El ingreso principal, un gran portón adintelado abierto en el siglo XVII, se sitúa en la cara delantera. De esta fase original nos resta el trazado de un acceso que tendría su alcance a través de un patín de piedra adosado del que no queda rastro alguno. Una reciente intervención ha dotado a la casa de un nuevo acceso de medio punto. 

El piso residencial se hallaba mejor iluminado. A la izquierda de la fachada principal muestra un vano de acceso en arco ligeramente apuntado. Sobre la que fuera su clave existía un espacio cuadrado relleno de mampuesto, que hoy acoge un escudo de los Urrutia. Falta la sala superior, la segunda altura residencial que caracteriza a las más genuinas torres. En el siglo XVII se reestructuró el interior del edificio. 

De este modo, se creó una segunda planta residencial que aprovechaba la exagerada altura de la primera y absorbía el camarote. Su aspecto exterior también cambió, para mostrar, en su parte superior una serie de almenas con remate piramidal.

Fuente: Castillos del Olvido

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