La Casa-Torre de Munguía se encuentra situada en la localidad del mismo nombre en la provincia de Vizcaya (País Vasco).
De
su origen medieval, se ha mantenido, aunque no sin abundantes cambios
hasta hoy en día. El conde de Caucelada, propietario de la fortaleza
la reconstruyo y la convirtió en una de las mayores obras románticas
de Vizcaya.
El
edificio ha sufrido muchas variaciones hasta su aspecto actual, pero
parece que el edificio original fuese una sencilla torre de piedra,
sin ornamentación, de 5 pisos de altura, que se emplearían tanto
para defensa como para vivienda. En la actualidad da una imagen de
edificio residencial con toques decorativos neomedievales. En los
años 70 fue cedida al ayuntamiento de Mungía, que acoge la Casa de
Cultura.
Aunque
la familia Billela se instaló originalmente en el barrio del mismo
nombre, para finales del siglo XIV ya se habían trasladado al lugar
que ahora conocemos. A finales del siglo XV o principios del XVI,
sufrió su primera remodelación, pero no perdió su aspecto de
bloque compacto, rematado por un friso de almenas y merlones, que a
su vez sustentaban el tejado a cuatro aguas; el edificio completo
estaba rodeado por una pequeña muralla.
En
1852 sufrió una gran renovación, transformándolo en el edificio
que ahora conocemos; la última transformación en 2006 recuperó los
tejados; el antiguo solar de los Billela alberga servicios culturales
del municipio.
La
villa de Mungía fundada para defenderse de los desmanes de señores
guerreros y sus linajes, se convirtió en bastión de otro de ellos:
los Billela, familia poderosa de “Jauntxos” implicada en las
luchas medievales entre linajes. De ellos proviene el nombre del
castillo. Fue construido junto a una ferrería (luego molino)
muestras del poder económico y político de sus dueños. Estaba
adosado a la muralla de la villa, para su defensa, al estilo de otras
casas torre (de ello conserva el cuerpo central). Situada a la
entrada de la villa, en el camino de Bilbao, proporcionaba protección
a sus habitantes. Se remodeló totalmente en el siglo XVI.
La
torre central se rodeó por el palacio en tres de sus caras.
Interiormente tenia cinco alturas con divisiones interiores
complejas. La ultima reforma fue realizada en el siglo XIX, perdiendo
totalmente el carácter bélico, abriéndose grandes vanos de modelos
góticos y renacentistas, para convertirse en una cómoda mansión.
En 2006 recupero casi totalmente su aspecto exterior de siglo XIX.
Fuente: Castillos del Olvido
Galería:
No hay comentarios:
Publicar un comentario