jueves, 11 de junio de 2020

Castillo de Santa Bárbara (Mondragón, Guipúzcoa)


Los restos del Castillo de Santa Bárbara se encuentran localizados en el parque del mismo nombre en la localidad de Mondragón-Arrasate en la provincia de Guipúzcoa (País Vasco). 

Según algunos historiadores, su construcción fue ordenada por el Rey don Sancho Abarca, aunque los estudios llevados a cabo no han podido confirmar tal autoría (a falta de los resultados de las excavaciones arqueológicas en curso). Hacia el año 1200, tras la conquista castellana, este castillo no aparece mencionado en el testamento del rey Alfonso VIII, al contrario que otros cercanos. Tampoco es recogido en la lista de bienes confiscados por el rey, realizada por el arzobispo Rodrigo Jiménez de Rada. 

Existe constancia en 1413 de una orden de derribo del castillo promulgada por el rey Juan II a petición de los moradores de la villa. Pero su demolición no debió llevarse a cabo, ya que 13 años más tarde el mismo rey autoriza de nuevo su derribo, nuevamente a petición de los moradores de la villa. Pero esta orden tampoco llegó a ejecutarse, pues en el año 1457 el rey Enrique IV ordenó nuevamente el derribo (esta vez sí se produjo) tras las quejas de la población por ser refugio de malhechores y tiranos antes que defensa de las gentes de la población. 

Tras su destrucción, sus restos fueron aprovechados en la reconstrucción del pueblo, arrasado tras el trágico incendio de 1448. El cronista mondragonés Esteban de Garibay hace referencia al castillo de Santa Bárbara en su libro de "Memorias" redactado en 1586. 

En 1653, Doña Bárbara Abarrategui y Oro, viuda de Don Lucas Elorduy, financió la construcción de una ermita en honor a Santa Bárbara. Desde entonces esta zona es conocida como Santa Bárbara. Las Juntas Generales celebradas en Tolosa en 1769 ordenaron derribar las ermitas que no tenían culto, entre ellas la ermita de Santa Bárbara, aunque la oposición del pueblo permitió conservar la ermita pero con la obligación de mantenerla cerrada. 

Años más tarde, en 1794, durante la Guerra de la Convención, los artilleros franceses y posteriormente, en 1808, en la guerra contra Napoleón, los diferentes bandos instalaron sus fortificaciones militares, ocupando y destruyendo la ermita de Santa Bárbara. En 1994 se iniciaron excavaciones arqueológicos en la zona donde se encontraba el castillo. 

En los trabajos se encontraron varios restos del mismo, entre ellos, cuatro torres circulares de 6 metros de diámetro cada una y una torre central, protegida con un muro cuadrado de 30 metros de lados y 2 metros de grosor. Según los arqueólogos, podría haber además una segunda línea de defensa en las pendientes del cerro. A partir de los restos encontrados, los investigadores han podido fechar la construcción del castillo a finales del siglo XII. 

Fuentes: castillos.net
                garcilanga (Fotos)

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