Las Murallas de Valeria se encuentran en el yacimiento arqueológico de la ciudad romana del mismo nombre, situado a unos 300 m. de la localidad de Valeria que, junto a Valera de Abajo forma el municipio de Las Valeras en la provincia de Cuenca (Castilla-La Mancha).
Este
conjunto arqueológico, situado a 35 kilómetros al sur de Cuenca
capital, es una de las tres ciudades romanas visitables en esta
provincia, junto a Segóbriga y Ercávica.
El
cerro sobre el que se asientan los restos de la ciudad de Valeria ya
estaba habitado en la Edad del Bronce y su población creció en la
segunda Edad del Hierro. En el 82 a.C. el pretor Cayo Valerio Flaco
fundó la ciudad romana en este lugar y le dio su nombre. Poco
después estaba comunicada por caminos secundarios con la Vía de
Complutum a Cartago Nova.
En época romana Valeria contaba con
un magnífico sistema de aprovisionamiento de aguas, mediante
acueductos adaptados o excavados en la roca que vertían el agua en
aljibes y fuentes monumentales. De éstas se conservan los restos del
Ninfeo, una gran fuente ornamental con dependencias y tiendas a su
alrededor. También pueden apreciarse hoy en día los restos de una
basílica, el foro, cuatro aljibes, casas y dependencias varias.
La
ciudad siguió jugando un papel relevante en época visigoda y
durante la Edad Media. De este último período conserva en el
llamado cerro de Santa Catalina los restos de una basílica y de una
fortaleza, rodeada de murallas. Este castillo guardaba el camino de
Cuenca hacia Alarcón y La Mancha y habría que fecharlo en el
tránsito de los siglos XII y XIII, tras la conquista de la zona por
Alfonso VIII en el último tercio del siglo XII.
La
muralla medieval de Valeria formaba parte del recinto del
desaparecido castillo del cerro de Santa Catalina. Hoy día se
conserva un lienzo de 70 metros de longitud junto a la zona de la
puerta, que estaría flanqueada por un torreón de planta
rectangular. La muralla tenía varias torres de planta semicircular,
de las que sólo se conserva una de ellas casi entera y los cimientos
de otras dos, y se asentaba directamente sobre la roca, estando
construida por un grueso muro de 1,50 metros realizado con piedras
trabadas con cal y revestido al exterior por sillarejo reutilizado de
las estructuras romanas del lugar. En el centro del castillo se
levantan las ruinas de la ermita de Santa Catalina, una iglesia
románica del siglo XII rodeada de una necrópolis.
Sólo
se conserva en estado de ruina consolidada un lienzo de la muralla de
70 metros de longitud. Visita libre, todos los días, de 8 a 15
horas.
Fuentes: Wikipedia
castillos.net
arteencuenca.com
miancema (Fotos)
Galería:
No hay comentarios:
Publicar un comentario