La Muralla Medieval de Barcelona se encuentra situada en el casco histórico de la ciudad de Barcelona, capital provincial de la Comunidad de Cataluña.
En
el año 1243, el rey Jaime I ordenó que una nueva muralla protegiera
Barcelona.
Esta
vez, sin embargo, el peligro no procedía del exterior
sino, paradójicamente,
del interior. La población judía fue obligada a recluirse en
su barrio
y cerrarlo con puertas y murallas. Una ciudad dentro de la ciudad,
una muralla
interna que “alejaba” a los cristianos del contacto con
los judíos.
Esta muralla seguía las calles del Obispo, San Severo, Bajada de
Santa Eulalia,
Baños Nuevos y Call. Buena parte del Palacio de la Generalitat
se levantó,
pues, en plena aljama. De poco sirvieron estas murallas porque
los ataques
y los pogromos -el de 1391 fue especialmente sangrante-,
menudearon hasta
la expulsión final de los judíos decretada por los Reyes Católicos
en 1492.
Esta
muralla medieval, que debía proteger los nuevos barrios
nacidos alrededor de Santa María de las Arenas o Santa María del
Mar, San Pedro de las Puellas y la Ribera, se extendía a lo largo
de las Ramblas y las calles de Fontanella , la ronda de San Pedro
y se cerraba hacia el mar por el parque de la Ciudadela y su
construcción se llevó a cabo durante los siglos XIII y XIV.
El
frente marítimo, sin embargo, no se fortificó, convencidos como
estaban los barceloneses de que un ataque por mar era imposible
debido a la poca profundidad y los numerosos arrecifes y bancos de
arena que protegían la ciudad por esta banda. En 1359, una
escuadra castellano-genovesa demostró la falsedad de esta
creencia y puso la ciudad al borde del abismo. Los hechos
están narrados en el capítulo VI de la Crónica de Pedro
el Ceremonioso, la cuarta de las grandes crónicas en lengua catalana
de los siglos XIII y XIV.
Barcelona
se salvó por muy poco pero este hecho aceleró la fortificación de
la ciudad. Desde mediados del siglo XIV hasta mediados del siglo XV,
la ciudad se aplicó en mejorar sus defensas por el lado de poniente,
englobando con una nueva muralla los barrios del Raval y del Carmen.
El nuevo recinto se extendía por las calles de Pelayo, plaza
Universidad, rondas de San Antonio y San Pablo y Paralelo e incluía
instalaciones estratégicas como las Atarazanas y el Hospital de
la Santa Cruz, además de proporcionar a la ciudad una amplia
extensión de terrenos de cultivo que podían abastecerla en caso
de asedio.
La
muralla medieval de Barcelona será la protagonista de la defensa de
la ciudad durante los numerosos sitios de los siglos XV al XIX:
durante la Guerra Civil catalana (tres ataques entre 1462 y 1472),
la Guerra de los Segadores (1640 a 1652), la Guerra los Nueve años
(1697), la Guerra de Sucesión (asedios anglo-holandés de 1704,
austracista de 1705 y borbónico de 1706); la Guerra del Francés
(1808); y también durante los bombardeos de Espartero (1842) y
Delgado (1843).
Fuentes: Wikipedia
castillos.net
Ayto. de Barcelona
Luis Puey (Fotos)
Galería:
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