El Castillo de Juiá de encuentra situado en la cima de una sierrecilla al lado del vecindario de Mas Nadal, entidad poblacional perteneciente al término municipal de la localidad de Juiá en la comarca de Gironés de la provincia de Girona (Cataluña).
Se
localiza al lado de los contrafuertes septentrionales del macizo de
les Gavarres, desde donde controla el valle del Ter. Actualmente el
conjunto está bastante destruido y sólo quedan restos de paramentos
de piedra verticales y diversas estancias que se encuentran en
excavaciones arqueológicas.
Los
datos históricos referentes a este castillo son reducidos y se
limitan a escasas referencias documentales. Parece que el origen de
la ocupación humana del lugar cerca de la actual fortificación es
bastante antiguo, pues se han encontrado cerámicas antiguas en sus
proximidades, y son romanas, ya que al lado de la zona pasaban dos de
las principales rutas terrestres de esa época: la Via Augusta y el
Camino de Empúries. El mismo término Juiá es claramente de origen
romano. Alguno de los investigadores sitúan al yacimiento en la
época tardorromana, basándose en el uso de tapial romano en la
construcción de algunos de sus muros.
La
primera referencia conocida del lugar es de principios del siglo XI,
cuando surge nombrado un lugar llamado “ Iulano
“ en el testamento de Gilabert de Cruïlles en el año 1035.
Después, en el año 1057, se encuentra nombrado un tal Guilemo de
Iolano,. En la segunda mitad del siglo XI se hace mención del
castillo cuando Berenguer Gausfred hace un homenaje al obispo de
Girona por la fortaleza de Julano. Posteriormente, en 1190, se
encuentra nombrado a un tal Raimon de Juiá en la escritura de venta
del castillo de Forés. Juiá formaba parte de varias fortalezas,
entre las cuales estaban Palagret, Celrá y Barbavella, todas
pertenecientes al obispado de Girona.
La
documentación existente testifica que la relación del obispado con
los señores de Cerviá no siempre era correcta, pues en el año 1354
el obispo exige a Francesc de Cerviá que devuelva la potestad del
castillo de Juiá. Más tarde hay constancia de un nuevo
reconocimiento del señor de Cerviá por parte del obispado e el año
1357. En este documento se nombra la necesidad de reparar los muros
del castillo de Juiá, aunque se desconoce si tal orden se realizó.
El
edificio era de planta más o menos cuadrangular, pues los restos
ocupan un espacio de 25 x 25 metros. Las partes mejor conservadas se
encuentran en el sector norte donde hay una gran pared que llega
hasta los 5 metros de altura. En la esquina noreste parece que
existía una estructura cuadrangular anexa, que algunos
investigadores la relacionan con la posible Torre del Homenaje,
aunque no se puede confirmar. Entre esta posible torre y el muro
antes mencionado, parece ser que estaba la puerta de acceso al
recinto del castillo.
Toda
la fortaleza estaba rodeada de un foso, del cual se desconoce la
profundidad y las características pues actualmente se encuentra
lleno de vegetación y ruinas. Los muros del castillo varían en
grosor en distintas partes de la edificación y el mejor conservado,
el muro norte, presenta un grosor de 120 cm. Por lo que respecta a la
técnica constructiva, este muro está hecho con grandes sillares de
piedra más o menos trabajadas. La parte central está hecha de
tapial. En cada una de las caras exteriores del muro hay pequeñas
piedras, como un refuerzo u protección de los elementos.
Fuentes: Wikipedia
Art Medieval
Cataluña Medieval
Ayto. de Juiá
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