El Castillo de Bellver de Cerdanya se encuentra situado en la parte alta de la localidad de este mismo nombre en la comarca de la Cerdanya de la provincia de Lleida (Cataluña).
La
villa de Bellver de Cerdanya tiene sus inicios en la carta de
población que otorgó Nuño Sánchez, señor de Roselló y Cerdanya
el 26 de diciembre de 1225. El objetivo era establecer una villa
situada en un punto estratégico en la frontera con el condado de
Urgell y que fuera fácilmente defendible. Es probable que el lugar
elegido para establecer esta población fuera el que ocupaba el
Castillo de Talló, mencionado el 1090 y del que no se conoce su
emplazamiento. En el año 1.233 aparece ya documentada la Fortaleza de
Bellver.
El
año 1255 consta como que el castillo era una posesión de Galceran
IV de Pinós, seguramente por una cesión temporal de la Corona. De
este modo, en 1.271 venderá a P. de Riba de Puigcerdá todos los
réditos y justicias de los castillos de Bellver y de Prats, así
como de la alcaldía de Bolvir por 3.375 sueldos.
En
1267 el rey Jaime I entregó a la villa de Bellver de pagar la quest
real a cambio de que sus habitantes construyeran la muralla que tenía
que cerrar y así proteger a la población. Por lo tanto, podemos
deducir que en este momento sólo había el castillo como único
elemento defensivo.
Lo
que vemos en la actualidad son los únicos restos de esta
construcción militar del siglo XIII de las que sólo quedan un paño
de la muralla de notables dimensiones y un par de torres de la misma.
Desde el castillo se controlaban las tres vías por las que podía
penetrar el enemigo: el Estrecho de Isóvol, el capdamunt del Coll de
Saig y el Congost del Baridà.
Se accedía al castillo por el
Portal del Baridà, que también daba acceso al recinto
amurallado. De este portal sólo queda la base de una de las
columnas. El castillo se alza en
el punto más elevado del promontorio sobre el que se alza la
población. Desgraciadamente, los restos del castillo son muy escasos
y sólo queda visible su cisterna.
Esta
tiene una planta casi rectangular y está cubierta con una bóveda de
cañón. En su momento tenía un agujero en la parte superior, ahora
cegado, por donde entraba el agua y una abertura en el ángulo
sureste que permitía limpiar su interior. Su factura, hecha con
sillares bien trabajados, nos hace pensar en que fue construida a
finales del XII o principios del XIII, aunque algún historiador la
ha datado en época romana.
Otro
punto de acceso era la llamada Torre
de la Prisión.
Situada al este junto a una de las puertas de la villa amurallada
(Puerta de
Cardanya),
es una construcción de planta rectangular y altura de 15 metros. La
puerta estaba situada a unos 7 metros del nivel exterior del suelo. En
su cara exterior hay un talud. En las caras exteriores hay varias
aspilleras. La datación se establece desde el siglo XIII al XVII.
Fuentes: Wikipedia
Pobles de Cataluña
Cataluña Medieval
Art Medieval
Galería:
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