El Castillo de Castellnou de Oluges se encuentra situado en la entidad poblacional de Malgrat en el término municipal de la localidad de Cervera en la comarca de la Segarra de la provincia de Lleida (Cataluña).
Se
trata de una edificación militar y de defensa medieval. La
primera noticia sobre el lugar se remonta al año 1076, en un
documento en el que consta el nombre del primer feudatario, Ramon
Miró. A finales de dicho siglo, el castillo se incorporó a las
propiedades de los vizcondes de Àger y Cabrera, muy posiblemente
como parte de la dote de Estefanía, hija de Ramon Miró, que se casó
con de Guerau Ponç II de Cabrera. Es también a finales de este
siglo xi,
concretamente en 1090, cuando el vizconde prestó juramento de
fidelidad al conde de Cerdanya por este castillo, y por otras
señorías que tenía de la marca de Berga.
Años
más tarde, su hijo Ferrer dejó escrito en su testamento que, a su
muerte, la mitad del castillo debía ser dado a la canónica de Santa
Maria de La Seu d’Urgell, y la otra mitad a la de Santa Maria de
Solsona. Según se dice, este reparto lo hizo siguiendo la voluntad
expresada por su madre. Los señores que dominaron el lugar fueron
cambiando a lo largo de la Edad Media. A los Cabrera, documentados en
el siglo xi,
les siguió un linaje que tomó el nombre del propio lugar: los
Castellnou. Estos, a su vez, fueron sustituidos los señores de
Cervera, que ostentaron los derechos sobre el castillo al menos hasta
finales de siglo XII.
De
ello dejó constancia el testamento de Ramon de Cervera, de 1172, en
el que legaba el castrum
de Castello novo
a su hijo. En el siglo XIII,
el lugar volvió a cambiar de manos, pues pasó a estar controlado
por la familia Oluja, originaria de la vecina población conocida
como Oluja Jussana, que retuvo los derechos durante toda la Baja Edad
Mediana y hasta el siglo XVII,
cuando el término de les Oluges, y con el de Castellnou, pasaron en
manos del Juan II de Aragón.
El
castillo se alza sobre un cerro desde el que domina todo el valle.
Las casas de la localidad se distribuyen por la ladera, y conservan
el entramado de urbano medieval. Las zonas superior e inferior se
comunican por medio de una calle estrecha y sinuosa, denominada de la
Font. En la misma se conservan tramos con pórticos con arcos
ojivales. Completan la trama urbana estrechos callejones con fuerte
pendiente, algunos con bóvedas, arcos, portales adovelados y
pequeñas plazas. El recinto estaba rodeado por una muralla formada
por la parte posterior de las casas, cuyo trazado no se ha conservado
en su totalidad.
De
todo el conjunto medieval, el edificio más destacado es el castillo,
que se encontraba a la parte alta, y del que se hace difícil pero se
hace difícil reconocer su estructura original. El paso del tiempo y
las diferentes remodelaciones que ha sufrido a lo largo de los
siglos, han alterado notablemente su fisonomía. A pesar de ello,
algunos fragmentos de los muros son visibles en el sector oeste y
norte, aunque muy modificados durante el siglo xvi.
La fortaleza no ha sido, hasta el momento, objeto de un estudio en
profundidad, y las aproximaciones cronológicas que se han realizado
parten del análisis de los paramentos, en los que se identifican dos
tipos de aparejo diferentes.
La
parte superior se cree que podría corresponder con un momento
altomedieval relacionado con la conquista y la repoblación de la
zona. Ello lleva a considerar que el resto, la parte inferior, tiene
que ser de un periodo anterior que los investigadores tienden a
situar en el dominio islámico. Próxima al castillo, en la misma
calle de la Font, en dirección al Camino de las Eras, hay una torre
medieval en un estado de conservación bastante aceptable. Aunque
está integrada en edificaciones de nueva construcción, pero sus
características no se han visto alteradas. Tiene una altura superior
a 8 m, presenta planta rectangular, y se apoya directamente sobre la
roca madre que sirve de cimentación.
El
aparejo evidencia dos momentos constructivos diferenciados. El
primero, correspondiente a la parte inferior, se caracteriza por el
uso de sillares bien labrados y escuadrados, dispuestos de tal forma
que las hiladas de piezas estrechas se alternan con otras de mayores
dimensiones. Esta dinámica combinación de material de diferentes
dimensiones se interrumpe en la mitad superior, correspondiente a la
segunda fase, en la que se utiliza un aparejo más menudo, que más
bien es sillarejo, dispuesto en hiladas bastante homogéneas y
regulares.
Este
tipo de material se asimila al que se observa en un pequeño tramo de
muro que hay a ambos lados de la torre, visible entre las
construcciones que se han adosado. En la parte más alta de la torre,
se abren dos alargadas y extremadamente finas aspilleras de una
altura aproximada de 1 m. Por encima de ellas, hay una tercera
ventana de parecidas características, pero menos estrecha y alta.
Fuentes: Wikipedia
castillos.net
Cataluña Medieval
Pobles de Cataluña
Luis Puey (Fotos)
Galería:
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