La Torre de Colomera, conocida también como Torre del Chopo por encontrarse esta atalaya muy cerca del Cortijo del Chopo en la localidad de Colomera, en la provincia de Granada (Andalucía).
Efectivamente,
en dicho cortijo, situado a las afueras de la localidad sobre un
escarpe rocoso que los colomereños llaman “las Mesas”, se
encuentra la Necrópolis Visigoda del Cortijo del Chopo.
En
esta necrópolis se han documentado casi medio centenar de sepulturas
rectangulares, construidas con lajas de piedra, siendo las más
antiguas del siglo III de nuestra era.
La
llegada de los musulmanes a Colomera tuvo lugar en torno al siglo X.
Esto supuso la fortificación de la villa de Qulunbayra, como se
llamaba a esta localidad hace más de mil años.
Las
torres-atalaya, eran además una manera sencilla y económica de
mantener la vigilancia en el territorio. Comunicaban cualquier
amenaza, de forma rápida y efectiva a las fortalezas mayores. Solo
se necesitaba un pequeño retén formado por dos o tres soldados en
cada torre, para dominar un amplio espacio.
La
torre atalaya de Colomera se
encuentra, a más de 1000 metros de altitud sobre el nivel del mar,
sobre una pequeña colina, situada a unos dos kilómetros, en línea
recta, del castillo de Colomera. Desde esta privilegiada posición se
domina todo el valle del río Colomera y el actual pueblo. Sin duda,
esta atalaya servía para controlar el paso desde Jaén a la Vega
Granadina.
La
torre es de planta planta circular, de unos 5 metros de diámetro, y
desarrollo cilíndrico. Está
realizada de mampostería, con hiladas más o menos regulares y
pequeños ripios, sin llegar a formar verdugadas. Las piedras calizas
están unidas por una argamasa de color terroso, con abundante cal y
un árido muy fino.
Se
conserva algo menos de los 6 metros de altura, es decir, los dos
tercios inferiores, que eran macizos. Recordemos que este tipo de
torres-atalayas árabes, solían medir en torno a los 9 metros de
altura, siendo los dos tercios inferiores macizos y el tercio
superior hueco, que albergaba un habitáculo.
Está
parcialmente destruida,
lo que permite ver cómo se han empleado, para el encofrado, palos
redondos como mechinales. Asimismo se puede apreciar como se hacía
el relleno de la parte inferior de la torre, que era maciza. Los
nazarís realizaban hiladas circulares de piedra, más o menos
regulares.
El
acceso a la torre se hacia a través de una puerta-ventana, colocada
a unos 6 metros de altura. Había que subir por una escalera,
realizada de cuerdas o de madera, y una vez arriba se retiraba, para
impedir que el enemigo pudiera acceder a la torre, evitando así que
los atalayeros encargados de la vigilancia, fueran sorprendidos o
capturados.
La
puerta-ventana daba paso a un pequeño habitáculo cubierto con
bóveda de medio cañón. Desde esta estancia se subía a la terraza,
mediante una estrecha escalera. Desde la terraza, que tendría
saeteras, y desde donde se hacían las señales de rebato, se
vigilaba las tierras, hacia el norte de Benalúa de las Villas, y al
oeste las tierras entre Colomera y Moclín.
Fuente: Wikipedia
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