viernes, 27 de noviembre de 2020

Murallas de Archidona (Málaga)

 


Las Murallas de Archidona se encuentran situadas en la localidad del mismo nombre al norte de la provincia de Málaga (Andalucía). 

Sobre los restos de las murallas romanas, los árabes levantaron una fortaleza que constaba de tres cinturones defensivos, de los que sólo quedan en pie dos, aunque deteriorados. La privilegiada situación geográfica de Archidona la ha convertido en lugar de asentamiento de diversa civilizaciones, prueba de ello lo son las numerosas denominaciones que ha recibido a lo largo de la historia. En la sierra del Conjuro se han encontrado restos que demuestran la muy antigua ocupación humana de esta comarca. Uno de los primeros pueblos de los que se tiene constancia que se instalaron en el término de Antequera fueron los túrdulos, en el año 1500 a.C. 

Los fenicios le dieron el nombre de Escua u Oscua, que en lengua púnica quiere decir cabeza principal y se cree que fueron estos los que iniciaron el trazado de las murallas, convirtiendo este núcleo en uno de los más difíciles de conquistar a lo largo de la historia. Bajo la dominación romana, Archidona pasó a denominarse Arx Domina, y continuó siendo un lugar de enorme valor estratégico para la defensa de la provincia Bética. En lo jurídico dependía de Astigi, la actual Écija. A los cartagineses se les atribuye la construcción de una fortaleza en lo más alto de la sierra. Por último, los árabes la llamaron Medina Arxiduna, de donde deriva el nombre actual. 

A principios del siglo VIII el lugarteniente de Tarik, Zaida ben Kesadi, no encontró resistencia al ocupar la zona. Medina Arxiduna alcanzó a ser capital del distrito árabe de Rayya, que incluía la mayor parte de la provincia de Málaga, y en ella fue proclamado emir Abderramán I en el año 756. En Archidona tuvo lugar el comienzo de una de las épocas más brillantes y cultas de la historia de España, la implantación de la dinastía Omeya en Andalucía. 

A finales del siglo IX y principios del X, el muladí Omar Ben Hafsun encabezó la rebelión de los muladíes y bereberes, más conocida como la sublevación de los mozárabes. Omar ben Hafsún conquistó Archidona varias veces, siendo reconquistada por Abderramán en el año 907. Los reinos taifas prácticamente se olvidaron de Archidona y fue el reino nazarí de Granada el que engrandeció la ciudad. 

La comarca recobró la paz con Abd el-Rahman III, primer califa de Córdoba. La influencia cordobesa fue decisiva y Archidona aumentó su riqueza con el impulso que recibió el comercio, la industria y la agricultura. 

Tras el desorden político de los reinos de taifas, Archidona y Antequera sufren un gran declive, llegando incluso a la destrucción de la murallas de Archidona. La inestabilidad política y la decadencia del Reino de Granada, provocó que los castellanos arrasaran esta población en repetidas ocasiones. En el año 1462 Archidona fue conquistada por don Pedro Girón, gran maestre de Calatrava. 

En el siglo XVI, comienza a formarse la ciudad tal y como la conocemos hoy. El primer núcleo importante fue la Villa Baja, creada por iniciativa de los Ureña al conseguir del poder real que los vecinos que trasladaron su morada a la parte baja también gozaran de los privilegios de la conocida como Villa Alta. Los colonos se asentaron en torno a las ermitas erigidas en el nuevo asentamiento, nace así la calle Carrera, que fue siempre la principal del pueblo. De esta época son las ermitas de Santa Catalina (luego Convento de la Victoria), de la Columna, de El Nazareno. 

Este complejo defensivo se alza solamente en una ladera de la sierra, ya que la otra está cortada por un tajo, constituyendo de por sí la mejor garantía de su inexpugnabilidad. Del conjunto destacan su dos puertas restaurada: la Puerta del Sol, acceso hacia levante en recodo que impone por la solidez de su fisonomía, y la Puerta de la Ciudad, orientada hacia el sur y también en recodo, levantada sobre una puerta más antigua y de carácter menos defensivo. 

En la parte superior del cerro, se levantó un cinturón amurallado dentro del cual se encontraban las viviendas del gobernador de la ciudadela y el aljibe, construcción que ha dado nombre al recinto. Ha sido restaurada y su estado es en general bueno. 

Fuentes: castillos.net
               garcilanga (Fotos)

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