Las Murallas de Archidona se encuentran situadas en la localidad del mismo nombre al norte de la provincia de Málaga (Andalucía).
Sobre
los restos de las murallas romanas, los árabes levantaron una
fortaleza que constaba de tres cinturones defensivos, de los que sólo
quedan en pie dos, aunque deteriorados. La privilegiada situación
geográfica de Archidona la ha convertido en lugar de asentamiento de
diversa civilizaciones, prueba de ello lo son las numerosas
denominaciones que ha recibido a lo largo de la historia. En la
sierra del Conjuro se han encontrado restos que demuestran la muy
antigua ocupación humana de esta comarca. Uno de los primeros
pueblos de los que se tiene constancia que se instalaron en el
término de Antequera fueron los túrdulos, en el año 1500
a.C.
Los fenicios le dieron el nombre de Escua u
Oscua, que en lengua púnica quiere decir cabeza principal
y se cree que fueron estos los que iniciaron el trazado de las
murallas, convirtiendo este núcleo en uno de los más difíciles de
conquistar a lo largo de la historia. Bajo la dominación romana,
Archidona pasó a denominarse Arx Domina, y continuó siendo
un lugar de enorme valor estratégico para la defensa de la provincia
Bética. En lo jurídico dependía de Astigi, la actual Écija. A los
cartagineses se les atribuye la construcción de una fortaleza en lo
más alto de la sierra. Por último, los árabes la llamaron Medina
Arxiduna, de donde deriva el nombre actual.
A principios
del siglo VIII el lugarteniente de Tarik, Zaida ben Kesadi, no
encontró resistencia al ocupar la zona. Medina Arxiduna alcanzó a
ser capital del distrito árabe de Rayya, que incluía la mayor parte
de la provincia de Málaga, y en ella fue proclamado emir Abderramán
I en el año 756. En Archidona tuvo lugar el comienzo de una de las
épocas más brillantes y cultas de la historia de España, la
implantación de la dinastía Omeya en Andalucía.
A finales
del siglo IX y principios del X, el muladí Omar Ben Hafsun encabezó
la rebelión de los muladíes y bereberes, más conocida como la
sublevación de los mozárabes. Omar ben Hafsún conquistó Archidona
varias veces, siendo reconquistada por Abderramán en el año 907.
Los reinos taifas prácticamente se olvidaron de Archidona y fue el
reino nazarí de Granada el que engrandeció la ciudad.
La
comarca recobró la paz con Abd el-Rahman III, primer califa de
Córdoba. La influencia cordobesa fue decisiva y Archidona aumentó
su riqueza con el impulso que recibió el comercio, la industria y la
agricultura.
Tras el desorden político de los reinos de
taifas, Archidona y Antequera sufren un gran declive, llegando
incluso a la destrucción de la murallas de Archidona. La
inestabilidad política y la decadencia del Reino de Granada, provocó
que los castellanos arrasaran esta población en repetidas ocasiones.
En el año 1462 Archidona fue conquistada por don Pedro Girón, gran
maestre de Calatrava.
En el siglo XVI, comienza a formarse la
ciudad tal y como la conocemos hoy. El primer núcleo importante fue
la Villa Baja, creada por iniciativa de los Ureña al conseguir del
poder real que los vecinos que trasladaron su morada a la parte baja
también gozaran de los privilegios de la conocida como Villa Alta.
Los colonos se asentaron en torno a las ermitas erigidas en el nuevo
asentamiento, nace así la calle Carrera, que fue siempre la
principal del pueblo. De esta época son las ermitas de Santa
Catalina (luego Convento de la Victoria), de la Columna, de El
Nazareno.
Este
complejo defensivo se alza solamente en una ladera de la sierra, ya
que la otra está cortada por un tajo, constituyendo de por sí la
mejor garantía de su inexpugnabilidad. Del conjunto destacan su dos
puertas restaurada: la Puerta del Sol, acceso hacia levante en recodo
que impone por la solidez de su fisonomía, y la Puerta de la Ciudad,
orientada hacia el sur y también en recodo, levantada sobre una
puerta más antigua y de carácter menos defensivo.
En
la parte superior del cerro, se levantó un cinturón amurallado
dentro del cual se encontraban las viviendas del gobernador de la
ciudadela y el aljibe, construcción que ha dado nombre al recinto.
Ha sido restaurada y su estado es en general bueno.
Fuentes: castillos.net
garcilanga (Fotos)
Galería:
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