lunes, 16 de noviembre de 2020

Baluarte de San Felipe y Peña (Encinasola, Huelva)

 


El Baluarte de San Felipe y Peña se encuentra situado sobre la Peña de San Felipe, a las afueras de la localidad de Encinasola en la provincia de Huelva (Andalucía). 

Los fuertes de San Juan y San Felipe son dos edificios defensivos construidos a finales del siglo XVI por mandato de Felipe II para reforzar la frontera con Portugal. Ambas torres se encuentran en línea recta entre la iglesia de San Andrés (siglo XII) y el castillo (siglo X), y son dos edificios de los más significativos de Encinasola. 

Durante la Guerra de la Restauración de Portugal (siglo XVII), se multiplicaron las algaradas de castellanos y portugueses en los dominios de sus vecinos. Como ejemplo cabe comentar que las Casas Consistoriales de Encinasola fueron incendiadas en una razia portuguesa y no se reconstruyeron hasta al siglo XVIII. Ante estas amenazas la población se refugiaba en los fuertes de San Juan y San Felipe. 

Estas fortalezas se mantuvieron en buen estado hasta la Guerra de Sucesión, momento en que la población tomó partido por el futuro Felipe V e impidió la entrada de la tropas del Archiduque Carlos. Por esta razón Felipe V otorgó a la villa un escudo de armas con una encina con campo blanco. 

Durante la Guerra de la Independencia, la población se hizo fuerte en los baluartes de San Juan y San Felipe ante las tropas francesas comandadas por el general Garsan, que combatía a la división del General Ballesteros, establecida en la Sierra de Huelva. Después de diez días de asedio, capituló y las tropas francesas se ensañaron con la población. La artillería de los fuertes fue desmontada, inutilizada y enterrada en la afueras de la población. Parte de ella se recuperó y sirvió de soporte a las barandillas del Paseo Chico. 

La torre de San Felipe se encuentra sobre un cerro algo alejado de la población. Se trata de una torre circular de tamaño más reducido que la torre de San Juan, y carece de recinto amurallado. Se accedía por el nivel intermedio mediante una escalera de mano, y a la azotea mediante una escalera de caracol. La torre está almenada, y cuenta con un matacán. 

Las fortalezas de San Juan y San Felipe están construidas en mampostería de piedras de aristas vivas tomadas con mortero de cal e hiladas de ladrillo. El exterior se encuentra en buen estado de conservación. En la actualidad, la torre está transformada en depósito de agua para abastecer el pueblo.

Fuentes: castillos.net
               garcilanga (Fotos)

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