sábado, 21 de noviembre de 2020

Castillo de la Villeta (Monda, Málaga)

 


El Castillo de la Villeta, también conocido como Fortaleza de Al-Mundat, se encuentra situada sobre un promontorio calizo a más de 300 m. de altitud, en la localidad de Monda, en la provincia de Málaga (Andalucía). 

No existe documentación escrita del castillo de la Villeta hasta su toma por las fuerzas cristianas en el proceso de conquista del Reino Nazarí de Granada, y la información que se ofrece es breve y concisa. En el Libro de Apeo y Repartimiento, de 1572, se recogen algunos testimonios del estado en que quedaron la fortaleza y la alquería tras su destrucción, pero no se ofrecen grandes detalles. Se conservan testimonios escritos, especialmente del siglo XVIII, que hacen sucintas referencias al castillo; así como algunos dibujos de los siglos XVI y XVIII, la mayoría simples esbozos, que representan unos interesantes testimonios gráficos. 

Gracias a estos estudios y a las intervenciones arqueológicas realizadas se sabe que en el cerro de la Villeta hubo una primera ocupación entre los siglos IX-X, un hisn-refugio relacionado con la revuelta de Omar ben Hafsún. Tras su derrota por Abderramán III y el período de paz que sucedió, el cerro quedó deshabitado hasta que los almohades, hacia el siglo XII, lo reocupen y levanten en él una fortaleza compuesta por dos elementos, un albacar y una celoquía. 

Tras la caída de los almohades y el avance de la frontera cristiana, es la dinastía nazarí con capital en Granada la que logra configurar un nuevo estado islámico, el Reino Nazarí de Granada, y reestructurar todo el aparato militar del último estado islámico de la Península Ibérica. Numerosas fortalezas son reestructuradas y refortificadas, recibiendo algunas unas profundas transformaciones. Entre esas fortalezas se encuentra el castillo de la Villeta, cuya torre poligonal recibe un forro cuadrangular de mampostería, además de reforzarse el conjunto con una zapata semicircular. El resto del albacar y de la celoquia se reconfigura a base de mampostería, tanto torres como murallas, y se dota al conjunto por su ladera norte de una gran muralla que envuelve el caserío de viviendas, la vieja alquería o villa vieja, como viene recogida en las fuentes. 

El imparable avance cristiano a finales del siglo XV consiguió la rendición de Ronda, la ciudad más importante del entorno, por lo que decenas de pequeñas poblaciones cercanas se rindieron a las tropas invasoras, Monda entre ellas. Tras unos años de ocupación por las tropas cristianos, se decidió su desmantelamiento, al igual que ocurrió con otras tantas fortalezas del desaparecido Reino Nazarí de Granada, para evitar posibles levantamientos de la población mudéjar sometida. 

Sus primeras fases datan de finales del siglo IX y comienzos del X. En el siglo XII los almohades construyen su recinto principal, dotado de albacar al oeste y celoquía al este, con algunas torres y un aljibe. En época nazarí el albacar y la celoquía reciben una importante reestructuración, empleando mampostería enripiada sobre la obra anterior almohade; con esta reestructuración se intenta que la fortaleza pueda hacer frente a la incipiente pero amenazante pirobalística y paralelamente se termina de completar el conjunto: en la falda norte del cerro sobre el que se asienta el castillo, donde desde época almohade se había concentrado la población configurando una alquería con casi un centenar de viviendas, se levantan más de trescientos metros de muralla con torres y accesos. 

Así pues, el conjunto final del castillo de la Villeta se compone de dos elementos principales: el recinto superior, que a su vez se divide en albacar y celoquía; y el recinto inferior, donde se encuentran la alquería y la muralla que la envuelve. 

En el extremo occidental del albacar se encuentra el elemento más interesante del conjunto: una torre poligonal de época almohade, con zócalo de sillarejo y alzado de tapial (en la provincia de Málaga sólo existen dos de estas torres, la del castillo de Monda y la del castillo de Bentomiz) y una torre nazarí de planta cuadrangular que la envuelve. 

En la celoquía se localiza una torre de planta cuadrada, la más recia del conjunto, construida con una rica argamasa de cal, lo que le profiere su robustez. Tradicionalmente ha sido conocida como la Torre Cuadrada. Estaba rematada por un arco apuntado, fruto de las obras realizadas por los cristianos al poco de su conquista a finales del siglo XV. La celoquía disponía también de un aljibe. 

La muralla que envolvía a la alquería se adaptaba a la irregularidad y pendiente del terreno de la ladera norte del cerro donde se asienta el castillo. El acceso desde la celoquía a la alquería se realizaba a través de un pequeño vano realizado al efecto. 

En la torre poligonal de época almohade localizada en el extremo occidental del albacar se conserva parte del antiguo enfoscado donde se aprecia la decoración de cordones de eternidad. Sin embargo, parte del conjunto formado por la torre poligonal y la torre nazarí de planta cuadrangular que la envuelve se desprendió en marzo de 2018 sobre el parking del hotel, quedando el resto del conjunto en grave riesgo de desplome. Del resto del albacar quedan algunos restos de muros invisibilizados por la obra del hotel en su cara sur, pero que al no haber sido consolidados corren grave riesgo de desplome. A esto se une que la torre que se localizaba al suroeste del albacar se desprendió durante las primeras obras acontecidas en el castillo, allá por los años setenta del siglo pasado. 

En la celoquía se conservan más elementos, pero por contra es donde hoy se encuentran la cafetería, los jardines, la piscina y varias habitaciones del hotel. Bajo la cafetería del hotel se mantiene un lienzo de muro ejecutado en sillarejo que ha perdido su enlucido y gran parte de su argamasa. También se conserva en una de las jambas del arco apuntado que remataba la “Torre Cuadrada” parte de un grabado hasta ahora no identificado y en el interior dos saetaras, hoy cegadas. El aljibe no mantiene su cubierta de medio cañón, pero se adivina por los arranques de las paredes. 

Este espacio se emplea actualmente como bodega del hotel. En la cara norte de la celoquía se mantiene en pie un gran tramo de muro de varias decenas de metros, parcialmente oculto por una construcción a desigual altura y recrecido con obra nueva, donde encontramos una torre de planta cuadrangular que presenta un enlucido que aún conserva una serie de vitolas con formas de lágrimas que pueden datarse en época almohade o nazarí. Estos dos elementos, al verse muy integrados en las obras del hotel, presentan una mejor estabilidad. 

La muralla que envolvía la alquería, como consecuencia de su desmantelamiento parcial a finales del siglo XV, de las afecciones por las destrucciones y del incendio de 1570, así como por su abandono y descuido durante siglos, presenta una malísima conservación: muchos de los cimientos se han desprendido quedando grandes paños prácticamente al aire y hay lugares donde parte de la muralla se ha desplomado mientras que otras amenazan con hacerlo. 

Y en la zona de la alquería hay cultivos desde hace siglos, habiéndose dotado la zona de numerosos bancales para contrarrestar la pendiente de lugar, empleándose para ello material constructivo procedente de las antiguas viviendas. Éstas fueron destruidas en 1570, durante la revuelta morisca. Por último, del pequeño vano que daba acceso desde la celoquía a la alquería apenas ha quedado su huella contenida en una gran piedra gorronera. 

Fuentes: Wikipedia
               castillos.net

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