domingo, 15 de noviembre de 2020

Torre de los Guzmanes (Montefrío, Granada)

 


La Torre de los Guzmanes se encuentra situada a poco más de 4 km. de la localidad de Montefrío en la provincia de Granada (Andalucía). 

Es uno de los baluartes defensivos más singulares de la comarca de los Montes. Su particularidad viene dada porque su base cuenta con un hueco de acceso. La conquista castellana de Alcalá la Real, allá por el año 1341, supuso la fortificación, por parte de los musulmanes, de la línea fronteriza que iba desde Píñar hasta Loja. Este fue el límite que, durante siglos, separó la Granada musulmana de la Jaén cristiana. 

A mediados del siglo XV Enrique IV inició diversas campañas de desgaste, escaramuzas y asedios contra el castillo de Montefrío, derribando atalayas y arrasando cultivos. Pero, habrá que esperar unas décadas más para encontrar ataques más contundentes contra esta zona. En septiembre de 1483, las tropas de Isabel I de Castilla y Fernando V de Aragón sitiaron por primera vez la villa de Montefrío, y con ello cayeron todas las atalayas, incluida la de Los Guzmanes. 

La torre atalaya de los Guzmanes formaba parte de la línea defensiva de Montefrío-Tocón. Se sitúa a poco más de 1000 metros de altitud sobre el nivel del mar. Corona, en un espolón sobre el arroyo de los Molinos, la loma de los Gigantes. Esta atalaya es, como la mayoría de las torres-atalayas de la época, de base circular, de 4,15 metros de diámetro, y desarrollo troncocónico. Está elaborada de mampostería con hiladas medianamente regulares. Los mampuestos son de mediano y gran tamaño unidos con una argamasa formada por cal, yeso, tierra, piedra y grava. 

La torre se levanta sobre una plataforma de nivelación de mampostería de 1 metro de altura, elaborada de ripios pequeños, trabados con abundante cal y algún mampuesto de tamaño mayor. Aunque no se aprecian restos de enfoscado en el exterior de la atalaya, hay que aclarar que, una vez construida la obra de mampostería se hacían los diferentes enlucidos que recubrirían el baluarte. Esto servía tanto para impermeabilizar el baluarte como para contribuir a su embellecimiento. 

Tan solo se conservan 4,60 metros de su altura original que pertenecen a su parte maciza. Recordar que este tipo de construcciones militares, en la línea fronteriza de los Montes Orientales, solían medir unos 9 metros de altura. Los dos tercios inferiores, formaban un cuerpo macizo, y en el tercio superior se encontraba un habitáculo, al que se accedía por una puerta-ventana situada a unos 6 metros del suelo. Para llegar a la puerta-ventana había que subir por una escalera móvil, que se ponía y quitaba a voluntad. Así se evitaba que los atalayeros fueran sorprendidos o capturados.

La puerta-ventana daba paso a un pequeño habitáculo cubierto con bóveda de medio cañón, realizada de mampostería. El habitáculo tendría otra ventana que daba hacia la zona de vigilancia. Desde la estancia se subía a la terraza, mediante una estrecha escalera, construida de la misma mampostería que la torre. La azotea dispondría de un peto perimetral de poco más de un metro de altura. 

En el lado Sureste, la torre presenta un gran hueco que fue realizado, posiblemente, para buscar los tesoros escondidos que tanto pábulo dieron las leyendas de frontera. Este hueco es utilizado actualmente por los pastores como refugio, y a él, se le ha añadido una pequeña construcción de piedra, a modo de caseta de 2,30 metros de alzado, aumentando así el espacio para guarecerse, que llega hasta los 3 metros cuadrados. 

Fuentes: Wikipedia
               castillos.net
               Fco. Javier Hernández (Fotos)

Galería:








No hay comentarios:

Publicar un comentario