El Castillo de Zalía es una fortaleza que se encuentra situada en el término municipal de la localidad de Alcaucín, en la provincia de Málaga (Andalucía).
Es
éste uno de los restos de fortificaciones más antiguos que se
conocen. Se ha pensado que bien pudiera haber sido construido por los
fenicios, y posteriormente fue reconstruido por los árabes. Los
árabes construyeron el actual castillo con su doble anillo de
murallas, alcanzando cierto apogeo merced de la crianza de ganado y
al cultivo del cereal.
Más tarde fue conquistado por los Reyes
Católicos en septiembre de 1485, sirviendo esta fortificación como
"prisión
- obispado de los levantiscos moriscos".
Esta conquista se logró por la traición de un árabe de ascendencia
cristiana residente en Zalía.
Se
observan distintas técnicas y materiales edilicios en este castillo.
En el recinto exterior de mampostería, alternan los cubos cuadrados
con los semicirculares, y en el recinto interior las dos torres de la
entrada son de mampostería, aunque están rematadas en tapial, y el
muro de cierre de este recinto junto al aljibe es también de tapial.
Los fragmentos de cerámica encontrados pertenecen a la última etapa
de dominación islámica; su cronología abarcaría el periodo
comprendido entre los siglos X y XV.
El
castillo tiene planta irregular, adaptándose con gran precisión a
las curvas de nivel; las dimensiones aproximadas del recinto son 120
m, en dirección este-oeste, por 150 m, en dirección norte-sur.
Permanecen en pie algunas torres y restos de muralla, reconociéndose
las trazas de lo que fue la fortaleza vigía, situada, como era
usual, en uno de los extremos del recinto amurallado.
Consta
de un doble recinto amurallado, siendo ambos muy irregulares. Cuenta
el exterior con gruesos muros de mampostería, jalonados por torres
de sección cuadrada y algunas circulares; han desaparecido varios
lienzos de muralla, estando otros muy desplazados. El recinto
interior, más regular, tiene en su interior un aljibe y una
impresionante puerta de ingreso flanqueada por dos grandes torres de
mampostería, recrecidas de tapial en su parte superior.
Algunas
torres aún presentan restos de una coronación a modo de parapeto o
merlatura de tapial, e incluso elementos para la evacuación de aguas
pluviales. Se identifican restos de torres cilíndricas y
rectangulares, todas ellas de mampostería ripiada en el exterior,
aunque las de entrada presentan labores de cantería más trabajada
en las esquinas. Como elementos no estructurales, contamos con un
gran aljibe cuadrangular que se encuentra ubicado en el centro norte
del castillo, dentro del recinto interior.
Los
muros presentan diferentes tipologías según el caso: Mampostería
ordenada a partir de una línea definida por lajas y ripios, aunque
en algún caso aparecen ladrillos. Quedan restos de un enfoscado con
mortero de cal que recubría los ripios, dejando la piedra vista
rehundida, rodeada por una vitola, dando un aspecto de mayor
regularidad. Este revestimiento ha desaparecido en la mayoría de
los paramentos, lo que está provocando el deterioro de estos, y
Muro
de tapial calicastrado, es decir, con una costra de mortero de cal
en el exterior, quedando una superficie lisa. Estos restos se sitúan
en la zona norte, formando parte posiblemente de la torre del
homenaje.
Fuente: Wikipedia
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