El Castillo de Cala se encuentra situado en el término municipal de la localidad del mismo nombre en la provincia de Huelva (Andalucía).
La
fecha de inicio de la construcción del Castillo de Cala hay que
colocarla a finales del siglo XIII, a raíz de la conquista cristiana
de la zona y la necesidad perentoria de defender un acceso a las
tropas portuguesas, que disputaban con las castellanas el control de
la Sierra de Huelva.
Toda
la Sierra de Huelva pasó a manos cristianas sin ningún tipo de
actividad bélica. La conquista del Reino de Sevilla por Fernando III
El Santo y la posterior capitulación de Niebla por Alfonso X El
Sabio dejó esta comarca sin la salida al Valle del Guadalquivir.
Paralelamente, el rey portugués Sancho II inicia la conquista del
Algarve y Alentejo, llegando incluso hasta la orilla del mar y
ocupando fortalezas que más tarde serían castellanas.
En
el Castillo de Cala no se puede afirmar con total seguridad que la
construcción de éste fuera por parte de los cristianos. Aquí hay
muchas dudas sobre cuál fue su origen. Es conocido que en este lugar
hubo un asentamiento árabe anterior, ya que algunas de las
excavaciones realizadas en la zona así lo han atestiguado. Se cree
igualmente que la fortaleza fue construida por ellos y que los
cristianos únicamente reforzaron la construcción existente.
En
cualquier caso esta teoría aún no ha podido ser demostrada, aunque
cada día va ganando mayor aceptación entre los estudiosos del tema.
Si se considera la teoría de la construcción del edificio
cristiano, hay que reseñar que, como ocurrió con las demás
poblaciones de la sierra, a Cala había que protegerla de los ataques
portugueses. Para ello se construyeron varias fortalezas que
sirvieran a la vez de refugio a la población civil. Esta empresa
corrió a cargo del rey Sancho IV, quien definió los castillos por
él construidos como alcazabas con una amplia cerca para la
salvaguardia de ganados, cosechas y personas.
El
Castillo de Cala pudo ser construido a finales del siglo XIII, en el
mismo período histórico y siguiendo el mismo sistema constructivo
que castillos como los de Encinasola y Cumbres de San Bartolomé,
siendo su edificación promovida por el Concejo de Sevilla, en el
límite norte de su alfoz, limitando con las encomiendas de la Orden
del Temple y de Santiago.
La
fortaleza es de planta rectangular con tendencia hexagonal y con
dimensiones aproximadas de 64 x 52 m. y presenta cuatro torreones
rectangulares macizos en los ángulos y tres cubos semicirculares,
también macizos en el centro de los lienzos mayores y norte,
probablemente construidos estos últimos durante las reformas de 1385
y 1387.
La
torre sureste presentaba una estancia en su parte superior, hecho
corroborado por la existencia de unos vanos tapados. Los muros de la
fortaleza están construidos con dos lienzos paralelos de
mampostería, oscilando su anchura entre 1,93 y 2,16 m.
El
acceso al recinto se realiza en un hueco habilitado a tal efecto en
el centro del lienzo sur, no conservándose el arco de la puerta de
ingreso, que enmarcaba una entrada de 2,80 m. de anchura. Dicha entrada
se resolvería mediante una bóveda, probablemente de cañón, y un
matacán corrido, saliente hacia el exterior, conformando una torre
que reforzaría el sistema defensivo.
Existe
otra entrada al recinto situada junto al torreón del ángulo
noroeste del castillo, consistente en una poterna de sillares de
granito de arco interno de medio punto de 2,16 m. de anchura y otro
externo ojival enmarcado por un rehundimiento rectangular,
definiéndose entre ambos arcos una bóveda de cañón de sillares de
granito con nivelación de hiladas de ladrillo hasta la bóveda.
El
castillo presenta los restos de dos escaleras interiores adosadas a
los muros para acceder al camino de ronda: una cercana a la portada
principal, adosada al lienzo sur y que de forma ascendente culminaría
en la torre sureste, de la que conserva cinco peldaños con forma muy
perdida; y otra junto a la poterna y la torre noroeste, cuyo enorme
deterioro no permite señalar su longitud ni datos sobre sus
peldaños, estableciéndose su anchura en torno a 1,25 m.
Los
lienzos de la muralla están construidos con dos muros de mampostería
careada, estando relleno el hueco intermedio con tierras, arcilla,
piedras y argamasa de cal. Las llagas entre los mampuestos se toman
con argamasa de cal, que está perdida sobre el afloramiento rocoso y
en las zonas donde no está presente se realiza una fosa de
cimentación.
El
levantamiento en altura está ejecutado mediante diversas tongadas a
distancias entre 0,75 y 1,25 m. Los coronamientos de los lienzos
murarios y torres se resolverían mediante una protección o peto
corrido, sin que haya podido probarse la existencia como remate de
merlones.
El
castillo presenta un importante relleno interior, principalmente de
material de derrumbe, e igualmente acumulación de materiales
procedentes de la destrucción de las estructuras existentes en el
castillo.
El
nivel original de uso del castillo se situaría a unos 2 m. por debajo
de las cotas actuales. Tras las dos campañas arqueológicas
realizadas recientemente en altura a tres niveles distintos respecto
al paseo de ronda. Originalmente no debió existir conexión entre el
lienzo comprendido entre la torre semicircular del lienzo este y la
torre noreste y el lienzo comprendido entre la torre noreste y la
torre semicircular del lienzo norte, lo cual no deja de ser una
medida defensiva más del propio recinto.
Todas
las torres del castillo debieron estar huecas y poseer cámaras que
fueron originalmente descubiertas. Internamente los niveles de uso
del patio de armas definirían cuatro superficies distintas,
coincidentes con el número de desagües identificados y a las cotas
descritas en dichas campañas arqueológicas.
Fuentes: Wikipedia
castillos.net
garcilanga (Fotos)
Galería:
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