El Castillo de La Calahorra se alza sobre la colina que domina visualmente el Marquesado de Zenete, en el municipio de La Calahorra, en la provincia de Granada (Andalucía).
Construido
entre los años 1509 y 1512, sobre las ruinas de otro castillo
anterior de origen árabe, no se conoce su tracista, pero si sus
principales artífices, Lorenzo Vázquez y Michele Carlone,
arquitecto genovés traído a España por el marqués del Zenete, Don
Rodrigo Díaz De Vivar y Mendoza, que fue su comitente.
El
castillo de La Calahorra es de considerable importancia artística,
por ser el primer edificio español en el que se introducen los
nuevos aires del Renacimiento. Su exterior no presenta apariencia de
castillo medieval, pues los baluartes o torres de los ángulos son
circulares y no cuadrados como en el medievo, debido a las nuevas
armas ofensivas del momento de su construcción.
Sus
muros, enrojecidos por al polvo de las minas de Alquife, presentan
pocos huecos, destacando los tres que se abren en la planta superior
de los lados este, sur y oeste. El aspecto defensivo que presenta el
castillo queda roto en el lado oeste, al situarse allí el cuerpo de
escalera, apareciendo como alternativa matacanes.
Su planta es
rectangular, y en sus cuatro ángulos se alzan sendas torres
cubiertas con cupulines. Tiene patio central y dos pisos de alzada.
La única puerta de acceso se abre en el muro este, es de pequeñas
dimensiones, de arco de medio punto adovelado, y sobre ella se
encuentra el escudo de la segunda esposa del marqués del Zenete,
María de Fonseca. Pasada la puerta un pequeño zaguán abierto da
acceso a la sala de guardia, en la que una pequeña escalera conduce
al patio, que aunque desplazado hacia el oeste, centra el edificio,
distribuyéndose en torno a él las diversas dependencias.
El
patio tiene doble galería de arcadas. La baja está formada por
arcos de medio punto sobre columnas de capitel corintio. La
decoración se centra en torno a los arcos, intradós y extradós, y
enjutas: casetones con rosetas, ovas y los escudos de los Fonseca y
los Mendoza. Los arcos de la galería superior no llegan a ser de
medio punto, y se apoyan en columnas de capitel corintio sobre
pedestales unidos con balaustrada.
La
decoración consiste en panoplias y labor de candilieri en los
pedestales, escudos en las enjutas, casetones en el intradós del
arco e inscripciones latinas en el friso. Ambas galerías están
cubiertas con bóvedas de arista. Las diversas estancias se cubren
con artesonados de muy variadas formas.
Lo
más destacado del palacio junto a las galerías, escalera y
artesonados es la iconografía de portadas y vanos, en donde se
exponen temas míticos y grutescos del primer renacimiento. Estos
fueron realizados en Italia.
Los
muros del castillo son de sillarejo, realizados con piedra del lugar,
enrojecidos debido al polvo de las minas de Alquife. En la galería
baja del patio, el material empleado es también piedra del lugar,
mientras que la galería alta es de mármol de Carrara.
Está
completo y en muy buen estado de conservación.
Fuentes: castillos.net
garcilanga (Fotos)
Galería:
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