El Castillo de Zagra se encuentra situado sobre un montículo desde el que domina la localidad del mismo nombre en la provincia de Granada (Andalucía).
Esta
fortaleza formaba parte de la primera línea
defensiva del Reino Nazarí de Granada,
aunque su existencia está ya documentada desde varios siglos antes.
El
castillo se emplaza sobre una elevación rocosa, una formación
caliza situada al E de la población actual, La peña proporciona una
defensa natural, además de una amplia visibilidad, motivo este por
el que se eligió para erigir sobre ella el castillo. Los terrenos en
los que se encuentra son propiedad del Ayuntamiento de la localidad.
Las
fuentes escritas nos hablan de la presencia de una cierta población
en la zona, dedicada a la actividad agrícola. En el libro del
repartimiento de Loja se hace mención a tierras puestas en cultivo
en esta zona, aunque la ganadería constituía, a buen seguro, una
actividad económica fundamental en un lugar montañoso como éste.
Zagra era una de las denominadas villas de frontera, un tipo de
poblamiento característico de la frontera nazarí.
Los flancos S y E están
definidos por sendos tajos, que imposibilitan el acceso por esas
zonas, por lo que las defensas ahí son mínimas; en las caras O y N
existe una pronunciada pendiente, encontrándose éstas fuertemente
fortificadas. La fortaleza de Zagra, se encuentra estructurada en dos
espacios bien diferenciados.
Los restos que se
conservan en la actualidad permiten reconocer dos recintos: uno
exterior, que denominaremos villa; y un recinto superior e interno,
la alcazaba. Al exterior de la fortaleza, frente a la torre 1,
encontramos un foso excavado en la roca, en la actualidad relleno
parcialmente para la construcción de bancales destinados al cultivo.
Se aprecian las huellas de los instrumentos de trabajo utilizados
para su construcción.
En el interior se
aprecian numerosas estructuras realizadas en la roca, entre las que
destacan algunos escalones y un aljibe, situado en el recinto
inferior de la alcazaba. Así mismo gran cantidad de tejas y cerámica
se reparten por el interior de la fortaleza. El estado de
conservación del castillo es malo. Las torres se encuentran
derruidas y los tapiales al perder la costra corren riesgo de un
rápido deterioro. Numerosos edificios, la mayoría abandonados y en
ruina, se adosan a los muros.
El castillo ha sido una
estructura defensiva para refugio de los habitantes de la zona, un
medio de protegerse de las incursiones que realizaba el enemigo, el
sistema defensivo se completaba con la construcción de un foso
externo. Es lógico, pues que se trate de una estructura de época
nazarí, momento histórico en el que esta zona se constituye como
fronteriza. Su forma, dimensiones y técnica constructiva tienen
paralelos en torres de alquería del reino nazarí.
El estado de
conservación del castillo es malo, no hallándose restos de torres
ni de lienzos. En algunas zonas estos han desaparecido por completo,
las torres se encuentran derruidas. En la actualidad, el castillo se
encuentra en las primeras fases de restauración, aunque ha sido adecuado para visitarlo.
Fuente: Wikipedia
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