El Castillo de San Marcos se encuentra situado en la ciudad de Puerto de Sta. María, en la provincia de Cádiz (Andalucía).
Este castillo es, en realidad, una iglesia fortaleza edificada sobre los
cimientos de una mezquita del siglo X y que hizo erigir el monarca
Alfonso X El Sabio en honor de la Virgen tras la toma de la
ciudad.
Se
construye a partir de una antigua mezquita islámica que se
transforma en iglesia fortificada hacia el año 1364, quien refuerza
su cimentación aprovechando los restos de un edificio romano
próximo, dotándolo de cubiertas abovedadas y fortificando el
santuario con cuatro torres, dos de planta hexagonal y las otras dos
de planta cuadrangular, utilizándose la planta baja de las primeras
como capilla mayor para la Virgen de los Milagros.
Aún
se conservan el muro de la quibla donde se situaba el mihrab y el
aspecto almohade de la construcción, que se hace patente en las
líneas horizontales y lisas con resalto de la parte alta que remata
exteriormente la torre hexagonal y en sus bóvedas esquifadas. En
esta iglesia instala el rey Alfonso X su nueva Orden militar de Santa
María de España, que pronto desapareció al quedar fundida con la
Orden de Santiago.
Ya
como castillo sirvió de defensa contra nuevas invasiones del norte
de Africa, y más tarde Sancho IV lo donaría, junto con la villa, al
almirante genovés Benedetto Zaccaria, y posteriormente a Alonso
Pérez de Guzmán El Bueno, quien a su vez lo dona a su hija Leonor
de Guzmán en el año 1306 con motivo de su matrimonio con Luis de
España, dando comienzo así a la Casa de los Medinaceli, señores de
la villa en tiempos de Isabel de la Cerda y Guzmán.
En
el siglo XV se acometen nuevas obras de ampliación, con una
sacristía de tres tramos cubiertos por bóvedas góticas y varias
dependencias a las que se accede desde la terraza sobre las bóvedas
de la iglesia y conocida como patio de armas. Con Luis de la Cerda la
iglesia-fortaleza recibe la presencia de Cristóbal Colón y de Juan
de la Cosa, entre otros marinos ilustres, pero su importancia decae
tanto como santuario (al construirse la nueva iglesia), como
fortaleza.
Cuando
la ciudad se incorpora a la Corona de Castilla en el año 1729, la
Casa de Medinaceli retiene la propiedad del castillo que es
clausurado en 1868 y abandonado hasta su restauración, por los años
40 del siglo XX. Las circunstancias de la construcción de esta
iglesia-fortaleza quedaron reflejadas en las Cantigas de Alfonso X, y
mucho más tarde, en 1823, su estado queda minuciosamente descrito en
la obra de Fernán Caballero "Un servilón y un liberalito",
novela que queda ambientada en este viejo
castillo-santuario.
Actualmente
pertenece a una famosa firma bodeguera portuense, y se encuentra
abierto al público para su visita y en el se realizan festivales de
música medieval así como la cátedra de estudios de Alfonso X el Sabio.
Fuente: Wikipedia
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