El Castillo de El Vacar se alza sobre un cerro al lado de la población del mismo nombre, en el término municipal de la localidad de Espiel, en la provincia de Córdoba (Andalucía).
Se puede llegar a él por la carretera Nacional
432, que une Granada y Badajoz. Un estrecho camino que sale a la
izquierda de la carretera (en sentido Badajoz), en frente de una
gasolinera, lleva a lo alto del cerro donde se encuentran los restos
del castillo. Desde la cima donde se encuentra el castillo se puede
contemplar un hermoso paisaje dominado por la sierra, bañada por el
río Guadiato y el pantano de Puente Nuevo.
Pocas
noticias han llegado a nuestros días del castillo de El Vacar. Data
de la época califal, aunque no se sabe con certeza si fue construido
en tiempos de al-Hakam II o antes. En el siglo XIII fue conquistado
por Fernando III el Santo, quien lo entregó a la ciudad de
Córdoba.
Aunque por la técnica y materiales de construcción
se ha fechado en época califal, en el entorno del yacimiento se
hallan fragmentos de cerámicas de tradición ibérica con decoración
a bandas y fragmentos de sigillatas, por lo que la ocupación del
altozano donde se ubica el actual castillo de El Vacar puede irse
cronológicamente a época altoimperial. Algunos historiadores
locales identifican el lugar con la antigua mansión romana de
Melloría, situada en un lugar estratégico en la vía
Corduba-Emerita Augusta. El recinto medieval debió de construirse
para ejercer un control en la vía que unía las localidades de
Córdoba con Badajoz (Ruta de la Plata) a su paso por Dar al-Baqar.
De
esta fortaleza sólo queda su recinto de forma cuadrangular (65 x
59,5 x 50,1 x 49,5 metros), rodeado por gruesos muros, con cuatro
torres en sus esquinas y otras tantas en cada uno de sus lados.
Ninguna de estas torres parece haber sido la del Homenaje, y tampoco
se ha encontrado ningún aljibe, lo que hace pensar que no fue
ocupado permanentemente.
En el muro norte hay cuatro grandes
troneras, y en los muros este y oeste sendas troneras próxima al
muro norte. Estas troneras fueron abiertas con motivo de la invasión
francesa. En el extremo sur del muro oeste se encuentra la única
puerta del recinto, de la que actualmente no queda más que las
jambas. Construido con cajas de tapial de 1,7 metros de grosor medio.
Sólo queda el recinto y restos desmochados de sus ocho torres. Hoy
día se emplea como redil de ovejas.
Fuentes: castillos.net
garcilanga (Fotos)
Galería:
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