miércoles, 25 de agosto de 2021

Castillo Mayor de Daroca (Zaragoza)

 


El Castillo Mayor de Daroca se encuentra situado en la localidad del mismo nombre en la provincia de Zaragoza (Aragón). 

Sus orígenes se remontan se remontan a la primitiva alcazaba de finales del siglo VIII, si bien los restos conservados mas antiguos pertenecen al siglo XI. Durante siglos será escenario de largos asedios y numerosas batallas. Al perder su función defensiva, ya en época de paz, el olvido y el abandono lentamente irán perfilando su abandono. 

Está ubicado sobre un promontorio elevado desde el que se dominaba y controlaba su población. Su acceso estaba protegido por la muralla de la ciudad y la propia topografía del terreno. Su núcleo original estaba formando una pequeña meseta en la parte superior con forma ovalada. 

Destaca sobre el conjunto la desmochada Torre del Homenaje, que servía de residencia del señor y representaba el punto mas protegido ante un ataque enemigo. Es un edificio tosco, construido con bloques de piedra sin labrar unidos por argamasa (mampostería), y sin ornamentos a excepción de un arco apuntado en su puerta oriental. Su característica mas llamativa es la base en talud para asentarse mejor al terreno. En su interior se identifica el arranque de una bóveda de medio punto que separaba los pisos inferiores. 

A su lado encontramos los restos de un gran edificio rectangular alargado del que se desconoce su uso y datación segura. solo sabemos con seguridad que en 1668 no existía, ya que el dibujo de Pier María Baldi, artista que acompañó a Cosme de Medicis, en su viaje por España y Portugal. 

También son reseñables dos obras que solucionaban el abastecimiento de agua del castillo, pudiendo soportar largos asedios; uno es el pozo realizado para la búsqueda de un acuífero subterráneo, el cual tiene su leyenda llamada de «la morica encantada», atribuida a la esposa del último gobernador musulmán de Daroca, y otra es el gran aljibe para almacenar el agua de lluvia. 

Alrededor de esta meseta peñascosa, y a más bajo nivel, hay otro recinto de murallas mucho más extenso, de unos 250 por 80 metros, también de planta ovalada. Este muro se adapta también a las irregularidades de las rocas y aparece modernizado con las aspilleras para la fusilería que mandó practicar el general Oraá en 1837 al reparar el castillo, el cual había sido desmantelado en 1707 por orden de Felipe V. El largo revellín dirigido hacia el norte debe ser de su tiempo, pues no aparece en el citado grabado en 1668. 

Es posible, que una parte de la base del muro general y la disposición general del recinto procedan de la primitiva «fuerza» que mencionó Zurita, es decir, el recinto bajo de la fortaleza, siendo así, por sus dimensiones, una de las más extensas del Reino. 

En el estado actual, es prácticamente imposible identificar las obras que mandó realizar Pedro IV en 1344 y en 1373, documentadas por Campillo y referidas, en la última fecha, a una subasta por 10.000 sueldos para obras en la fortaleza. Los tenentes eran, ante todo, unos jefes militares. Para la Fortaleza de Daroca, se cita entre los años 1124 y 1134 a Fortún Garcés Cajal, un soldado que había defendido la frontera con Castilla en la Rioja, y que será desplazado posteriormente al valle del Jiloca. Desde 1134 hasta 1169 el cargo de alcaide de Daroca recaerá en Sancho Enecones, quien consiguió organizar un sistema defensivo de gran efectividad. 

Fuentes: Wikipedia
               castillos.net
               sipca.com
               aragonmedieval.com
               Eduardo Argote (Fotos)

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