Las ruinas del Castillo de Pla, también llamado Castillo de Pola, se asientan sobre el cerro llamado Monte Pola en el margen izquierdo de río Ebro a unos 5 km. de la localidad de Remolinos en la comarca de Ribera Alta del Ebro de la provincia de Zaragoza (Aragón).
Se puede llegar desde Remolinos saliendo en
dirección a Alagón. A unos 5 kilómetros de la villa hay un cartel
que indica hacia el Caserío de Pola. Desde este punto ya se ven las
ruinas de la fortaleza musulmana sobre un cerro junto a la carretera
en su margen izquierdo, al que se puede llegar a pie tras unos 15 ó
20 minutos ascendiendo y bordeando el cerro por su parte derecha,
entre abundante maleza que dificulta la ascensión en algunas partes.
En el último tramo no hay camino delimitado, por lo que hay que
abrirse camino por entre la vegetación.
El
castillo fue construido por los musulmanes. Tras la conquista
cristiana de la plaza, formó parte de la línea fortificada
aragonesa que iba desde las inmediaciones de Zaragoza, por el
noroeste, hasta cerca de Tauste, que abarcaba más de 25 kilómetros,
junto a fortificaciones como las de Juslibol, Miranda, Alfocea o El
Castellar.
Se conocen algunos de sus tenentes: Lope Fortuñones
de Albero, Galin Xemenones, Xemenones de Ponzant y Alaman desde 1125
a 1146. Perteneció también a los Lunas de Almonacid y fue
incendiado en el año 1414 por los Urreas. Labaña lo menciona en
1610 como una ruina con una iglesia de la diócesis de Pamplona. A
los pies del cerro del castillo se estableció un nucleo de
población, Pola, del que es testimonio su actual caserío.
La
fortaleza fue levantada sobre un cerro en el margen izquierdo del
Ebro, desde donde dominaba su vega. Estaba formada por un recinto de
planta alargada muy irregular, rodeado por el barranco que da al Ebro
y su vega, que lo hacía inexpugnable por ese lado.
Se
conservan restos de muros de lo que podrían ser torreones en la
parte más alta del recinto, y de la muralla. También restos de
otros muros confundidos con el terreno. El acceso original al
castillo debió de ser por el lado opuesto al actual, ya que puede
verse entre la maleza una rampa de varios niveles para bordear el
montículo. Al lado de esta subida hay un barranco. De la iglesia
solo quedan restos de lo que fue la nave (de ladrillo), posiblemente
del siglo XII.
Del antiguo Caserío de Pola se conserva,
aunque en ruinas, la iglesia de Santa Inés, construida en época
cristiana y situada ésta a nivel inferior del cerro donde se asienta
el castillo, en la parte da al río Ebro. Fue construido con
materiales de argamasa, yeso y tapial, confundiéndose con el terreno
de alrededor. Se encuentra en estado de ruina progresiva.
Quedan
algunos paredones de mampostería confundidos con el terreno y los
cimientos de algunas construcciones que pudieron ser torres. En una
cota inferior están situadas las ruinas de la Iglesia de Santa
Elena, compuestas por dos arcos apuntados de ladrillo, que formarían
parte de un muro lateral.
Fuentes: Wikipedia
castillos.net
sipca.com
Galería:
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