El Castillo de Cella se encuentra situado en el casco urbano de la localidad del mismo nombre en la provincia de Teruel (Aragón).
Por
la crónica del cordobés Ibn Hayyan sabemos que en el año 935,
cuando el califa Abd al-Rahman III se dirigía hacia Zaragoza, ya
existía el hisn “as-Sahla” (La
fortaleza de la Llanura),
identificable con Cella.
Su
castillo árabe fue reconstruido por orden del rey Alfonso I, como
base para su avance hacia la conquista de Valencia. A la muerte de
este monarca se perdió, pero fue reconquistado por Alfonso II en el
año 1170 en la misma campaña en que conquistó Teruel, donando su
iglesia al obispo de Zaragoza. En el año 1177 la Orden del Temple se
asentó en la localidad tras obtener licencia del obispo de Zaragoza
para construir la iglesia, aunque ya a principios del siglo
siguiente, la localidad se hallaba ya desvinculada de la Orden.
En el año 1242 el castillo y la villa fueron concedidos por Jaime I a la ciudad
de Teruel. En 1284 fue utilizado por Pedro III para atacar Albarracín
y estuvo habitado en ocasiones por Jaime II y Alfonso IV. En 1298
Jaime II cedió tres torres del castillo a Pedro Jiménez de Iranzo
con la condición de que fueran devueltas a la Corona a su muerte, lo
que así hizo su hijo en 1334, entregándolas a Pedro IV. En 1333
fueron reparados sus fosos y la muralla, al ser frontera de Aragón
con Castilla.
De
hecho, el historiador Pascual Madoz señaló como moriscos los restos de
fortificaciones que se conservaban. A la historia ha pasado gracias
al Cantar de Mío Cid, ya que en esta villa se reunieron las tropas
para tomar Valencia. Alfonso I el Batallador intentó poblarlo en el
año 1127. Ya en el siglo XIV desempeñó un importante papel en la
guerra contra Castilla, de lo cual hay constancia de varias
reparaciones.
Del
importante castillo que protegió a Cella solo queda un paño de muro
de piedras irregulares y se distingue la base de un torreón
rectangular, situado en la pequeña meseta donde se enclavó,
asentado sobre la ladera donde se encuentra la villa, junto a la
iglesia parroquial de la Inmaculada, ocupado en su parte superior por
viviendas.
Actualmente
se encuentra en ruinas, conservándose escasos restos. Recientemente
todo el conjunto ha sido consolidado y urbanizado e incluso se ha
reproducido en un monolito de piedra el fragmento del Cantar del Mio
Cid en que se cita la población.
Fuentes: Wikipedia
castillos.net
sipca.com
miancema (Fotos)
Galería:
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