miércoles, 25 de agosto de 2021

Castillo de Villaverde (Luna, Zaragoza)

 


El Castillo de Villaverde se encuentra situado a unos 6 kilómetros de la localidad de Luna, en la comarca de las Cinco Villas de la provincia de Zaragoza (Aragón). 

Es fácilmente localizable, pues se encuentra junto a la carretera de Luna a El Frago y visible desde ésta. 

En el siglo X, dos siglos después de la invasión musulmana de la península ibérica, el Reino de Pamplona y el Condado de Aragón, eran pequeños territorios amenazados por Al-Andalus. Para defender sus fronteras con los sarracenos, se levantaron numerosas fortificaciones, y otras fueron aprovechadas a los moros. En la siguiente centuria, el siglo XI, el Reino de Aragón, tras su avance de reconquista hacia el sur en el último cuarto de siglo, fortificó su frontera meridional para asegurar el dominio de las tierras ganadas a los musulmanes. No tardaron en proliferar nuevos castillos y torres defensivas por toda la zona. 

Los castillos fronterizos de Aragón eran generalmente de pequeñas dimensiones, y se construyeron en puntos estratégicos, defendiendo el acceso a valles, villas, paso de los ríos y vías de comunicación importantes. Se limitaban a un pequeño recinto amurallado del que emergía una esbelta torre, muy frecuentemente acompañada de su iglesia románica, formando el tradicional binomio castillo-iglesia tan común en los castillos aragoneses de origen cristiano del Alto Aragón. 

La actual comarca de Cinco Villas de la provincia es territorio de frontera entre moros y cristianos entre los siglos X y entrado el XII, y hoy conserva varios de estos castillos de frontera. Unos se encuentran en ruinas, otros han sido transformados de su fábrica medieval original y otros han desaparecido. De este modo, plazas fortificadas como Biota, Obano, Ballesta, Yecra, Sos, Uncastillo, Biel, Sibirana, Villaverde o Luesia, entre otros, formaron parte de la franja fortificada fronteriza o extremadura aragonesa, con los territorios musulmanes de Al-Andalus. 

El castillo de Villaverde fue construido durante el reinado del rey aragonés Sancho Ramírez, en el 1092, en la ribera del río Arba. Formó parte de las fortificaciones de la franja fortificada o extremadura aragonesa, frontera entre territorios cristianos de Aragón y musulmanes de Al-Andalus. En 1097 estuvo en poder del infante Alfonso, futuro rey de Aragón Alfonso I el Batallador. En 1167 fue entregado a la Orden de los Templarios para que repoblaran la zona y defendieran el camino entre Biel y Luna. En 1320 pasó a manos del infante Alfonso. En el siglo XIV se reconstruyó la fortificación que podemos ver hoy día. 

La fortaleza está formada por una esbelta torre de planta cuadrada de 10 metros de lado y 12 de altura, rodeada por una muralla que encierra también el Patio de Armas, de forma rectangular. Se encuentra en estado de ruina, siendo la torre la parte mejor conservada. Es de propiedad privada, y se encuentra vallado. 

Fuentes: Wikipedia
               castillos.net
               sipca.com
               aragonmedieval.com

Galería:










No hay comentarios:

Publicar un comentario