domingo, 11 de agosto de 2024

Ciudadela de Rosas (Girona)

 


La Ciudadela de Rosas se encuentra situada en el mismo casco urbano de la localidad de este nombre en la comarca del Alt Empordá de la provincia de Girona (Cataluña). 

Es una construcción militar fechada en el siglo XVI tal y como ahora podemos ver, pero sus orígenes se remontan a épocas griegas, romanas y visigodas. Después de siglos en el olvido, la villa tomó importancia como centro comercial, dadas las favorables condiciones que tiene la bahía, convirtiéndose también en un objetivo militar a defender de piratas sarracenos y franceses, lo que dio lugar a la construcción de la Ciudadela de Rosas, mandada realizar por el rey Carlos I en el año 1552. 

La importancia económica y estratégica que había conseguido explica que el pueblo fuera fortificado en 1402, para protegerse de los ataques piratas por el mar y de invasiones francesas por tierra, constantes siempre en su historia. La primera de estas invasiones fue la creada contra la Corona de Aragón en 1285. El ejército francés ocupó la población y empezó a invadir el Ampurdán hasta llegar más tarde a Girona. Los invasores fueron derrotados más tarde por Roger de Lauria. Éste ocupó Rosas después de haber sido incendiada por los franceses. 

En relación con el término "ciudadela", utilizado habitualmente para referirse a esta fortaleza, que ha desplazado al más popular de "murallas", cabe decir que es de origen relativamente reciente, como ha demostrado el historiador Pablo de la Fuente. En concreto, el término provendría de una total incomprensión de la historia urbana de la villa por parte de los ingenieros franceses de los siglos XVII y XVIII, quienes al observar una fortaleza al lado de una población le aplicaron este término. No se debe olvidar que cuando se construyó la plaza fuerte -éste sería el nombre correcto- de Rosas, el área urbana de la misma se encontraba incluida en su interior y no fue hasta su total destrucción, durante la Guerra dels Segadors, cuando se produjo el nacimiento del actual casco urbano. 

Después de estar durante muchos años cerrado, prácticamente abandonado y a merced de los saqueadores, el recinto amurallado y los restos arqueológicos que contiene fueron abiertos al público en 1991, convirtiéndose desde 2004 en el Museo de la Ciudadela de Rosas, impulsado por la Generalitat de Cataluña, la Diputación de Girona y el Ayuntamiento de Rosas. 

El museo está dividido en tres ámbitos diferenciados: recinto, sala museo, sala de exposiciones y vestíbulo central, donde se han incluido los espacios destinados a servicios, cafetería, tienda, recepción y atención al visitante. En el museo se pueden ver gran variedad de objetos de la vida de la ciudadela en la antigüedad y la Edad Media. Además del museo, es posible visitar las ruinas de las edificaciones realizadas en ella durante las diferentes épocas de su historia. Si se va a la villa es realmente obligatoria la visita a este gran yacimiento de historia. 

La ciudadela presenta una forma pentagonal irregular de unos 1013 metros de diámetro, estructurado en dos niveles defensivos concéntricos. El primer nivel está formado por el glacis y contraguardias unidos por una contraescarpa. Pasado el gran foso que lo envuelve se encuentra el segundo nivel amurallado, con las aristas protegidas por baluartes. 

Los cinco baluartes se conocen con los nombres de Sant Joan y Sant Jordi, al oeste; Sant Andreu al norte; y Sant Jaume y Santa María al este. Éste último ha desaparecido pero en su lugar hay diversas edificaciones. Los demás están bastante maltrechos. 

Los muros que unen los baluartes están ataluzados exteriormente y reforzados con contrafuertes y terraplenes de tierra por la banda interior. Mantienen una altura de unos nueve metros y tienen un cordón decorativo que separa la escarpa del parapeto. Se conservan las dos puertas originales de acceso al recinto interior. 

La fachada principal está orientada al sur y allí se encuentra la llamada Puerta de Mar, que estaba defendida por una barbacana de la que no queda más que sus basamentos. Estaba realizada con sillares regulares de piedra calcárea a modo de un arco del triunfo. Al norte se encuentra la Puerta de Tierra que estaba protegida por un baluarte. 

En el interior del recinto de la ciudadela se conserva en parte el antiguo circuito amurallado medieval de la ciudad de Rosas que, como se ha demostrado, fue aprovechado para construir la nueva ciudadela. Se trata de los restos de murallas y torres tanto del primer recinto defensivo de época altomedieval como de las posteriores reformas y ampliaciones hechas del periodo bajomedieval. En relación al primer recinto, también se conservan los restos de la basílica benedictina del Monasterio de Santa María de Rosas y los elementos que la acompañan. 

Fuentes: Wikipedia
               Cataluña Medieval

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