miércoles, 7 de agosto de 2024

Castillo de Rocabertí (La Jonquera, Girona)

 


El Castillo de Rocabertí se encuentra situado en el término municipal de la localidad de La Jonquera en la comarca del Alt Empordá de la provincia de Girona (Cataluña). 

Se encuentra a unos 3 km al noreste de la villa. Está construido sobre una escarpada peña granítica de forma cónica y se puede ver con facilidad desde el pueblo, que queda a sus pies. Actualmente, quedan sólo las ruinas. 

Se menciona por primera vez en el año 948, pero parece que es bastante anterior. Perteneció al linaje de los Rocabertí, el cual, hasta que obtuvo el castillo de Peralada a mediados del siglo XIII, hizo el centro del vizcondado de Rocabertí. 

La posición estratégica de la fortaleza, dominando los pasos del Le Perthus y de Panissars, fue siempre el objetivo de diferentes intereses. Así, en el transcurso de un grave enfrentamiento con Ramon Berenguer IV, el conde Hug I de Ampurias se apoderó del castillo, pero el conde de Barcelona logró recuperarlo y forzar al de Ampurias a renovar el vasallaje con un acuerdo de paz (1138) según el cual el primero se obligaba a derribar este castillo y el último el de Quermançó. Según el cronista Ramon Muntaner, el rey Jaume I fue invitado a residir en él por Dalmau V de Rocabertí. 

El castillo jugó un papel importante en la batalla del puerto de Panissars (1285). En 1288 fue fugazmente ocupado por un ejército francés al servicio de Jaime II de Mallorca que invadió el Ampurdán. En 1462, ante el peligro de una nueva invasión francesa, fue fortificado y se construyeron dos torres en los flancos de la muralla. Pero entonces ya estaba en muy malas condiciones y es posible que hubiera perdido su importancia, que tampoco recuperó con el establecimiento de la frontera en la cresta de la Albera a raíz del Tratado de los Pirineos en 1659. En 1869 se hizo un hallazgo de monedas de los condes de Besalú y de Rosellón. 

Era un castillo de reducidas dimensiones, adaptado a las condiciones irregulares del terreno y al poco espacio disponible en la cima de la colina. Entre las ruinas actuales se distinguen el portal de entrada, de sillares pequeños y poco trabajados, quizá del siglo XI, tres estancias con vestigios de sus bóvedas, la cisterna (excavada en la roca), restos bien conservadas y de cierta altura de una torre triangular, construida con buena sillería, y la capilla, en el extremo noroeste, que estaba dedicada a San Romano. 

De esta capilla, posiblemente fechada del siglo XII, quedan sólo el muro meridional y la mitad sur de su ábside semicircular, construidos con sillares grandes y bien recortados, aunque de poca altura. Los diferentes aparatos que se pueden reconocer en el conjunto demostrarían diversas etapas constructivas. El acceso a la fortaleza estaba situado al este, la parte con menos desnivel, mediante una escalera tallada en la roca. 

Fuentes: Wikipedia
               Cataluña Medieval
               castillosricsol.org

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