La Torre de Puig de Missa es una torre de vigilancia del siglo XVI situada en lo alto de una colina cercana a Santa Eulalia del Río en la Isla de Ibiza de las Islas Baleares.
Se
trata en la actualidad de un precioso templo-fortaleza de los que se
erigieron en la isla como protección frente a los ataques de los
corsarios turcos y norteafricanos, junto con los de Sant Antoni, Sant
Miquel y Sant Jordi. Se encuentra elevada sobre una colina que se
divisa desde la lejanía, con algunas viviendas a sus pies. Bajo el
monte se sitúa e río de la localidad y al lado de éste se hallaban
los molinos harineros, principal objetivo durante las invasiones.
Tras
la reconquista cristiana de la isla, en 1235, se edificó un templo
en la colina, cuyos registros más antiguos datan de 1302. Esta
construcción se derrumbó tras una incursión corsaria en el siglo
XVI, por lo que se decide la creación de una nueva iglesia ya con
las características de un recinto fortificado. Algunos
investigadores incluso defienden la teoría de que su diseño corrió
a cargo del ingeniero italiano Giovanni Bastista Calvi, responsable
de la construcción de las murallas abaluartadas de la capital
ibicenca , cuyos trabajos se habían iniciado en 1555.
La
nueva iglesia se inauguró en 1568 y la torre se le incorporó en ese
mismo siglo, aunque fue modificada en el XVIII. Está documentado que
en 1769 contaba con dos cañones de bronce y, hasta 1876, siempre
dispuso de dos torreros en plantilla. El conjunto se mantiene en un
excelente estado de conservación.
A
partir de la segunda mitad del siglo XVII, la pesadilla de los
piratas bajo en intensidad y se decidió ampliar la estructura
primitiva del templo, con el atractivo porche de columnas situado
frente a la entrada y dos capillas, una a cada lado del presbiterio.
En el interior hallarán un retablo barroco, realizado por el
escultor Farreras entre 1674 y 1678, traído a la isla por el Marqués
de Lozoya para sustituir al que se había quemado durante la Guerra
Civil española (1936-1939).
En
1782 la iglesia de Santa Eulalia se convirtió en parroquia y el
obispo de la época, con mentalidad ilustrada, fomentó que la
población se agrupara en un mismo entorno, por lo que compró
terrenos alrededor de la iglesia y edificó casas, que pronto fueron
ocupadas. Así, el Puig de Missa se convirtió en el primer núcleo
habitado de Santa Eulalia, una zona de singular belleza, con
preciosas casas encaladas rodeadas de flores, que todavía hoy están
habitadas. La colina fue declarada Paisaje Pintoresco por el Estado,
en 1952.
Fuente: Wikipedia
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