El Castillo del Bufadero se encuentra situado a las afueras de la ciudad de Santa Cruz de Tenerife, capital provincial de las Islas Canarias.
Situado en la Carretera de San Andrés, la Batería de Bufadero comenzó su
construcción a finales del siglo XIX, en 1897-8, entre las
desembocaduras de los barrancos del Bufadero y Valleseco, cerca de la
montaña de La Jurada.
Se
trata de una construcción de carácter militar levantada en el
litoral de la ciudad por el norte como apoyo defensivo contra
cualquier posible ataque enemigo desde el mar proveniente desde ese
flanco. Desde antiguo existió en la desembocadura del barranco del
Bufadero una serie de pequeñas guarniciones de vigilancia y control
de esta parte del litoral, pero no fue sino hasta finales del siglo
XIX, con el recrudecimiento de la crisis española en el Caribe y en
el Pacífico, cuando en las Islas se modernizaron las defensas y se
construyeron otras nuevas.
De
esta época es la batería del Bufadero que hoy casi se puede admirar
debido al estado de ruina que presenta. Durante el Mando Económico
de Canarias, el fuerte se reestructuró y se le dotó de nuevos
servicios ante la nueva coyuntura internacional provocada por la
Segunda Guerra Mundial. Abandonada desde hace más de treinta años,
la instalación se encuentra en ruinas, quedando, tras la
construcción del muelle del Bufadero y la terminal de contenedores
del puerto, muy tierra adentro y totalmente fuera de lugar.
El
25 de julio de 1797 la población de Santa Cruz de Tenerife rechazó
el ataque de un gran marino británico que desde entonces quedó
manco. Era Lord Horatio Nelson y, precisamente, en la fecha citada
fue cuando un cañón isleño le cercenó su brazo y dio al traste con sus intentos de ocupar la
isla.
La
fortificación del Bufadero fue construida tras el ataque,
precisamente para defender la desembocadura del barranco en el que
desembarcaron los británicos. Pero su construcción no comenzó
hasta el año 1898, coincidiendo con la Guerra de Cuba de 1898, con
el propósito de defender la rada de Santa Cruz de Tenerife, aunque
los primeros ejercicios de tiro no se llevaron a cabo hasta el 18 de
julio de 1914.
Durante el Mando Económico de Canarias este fuerte se reestructuró y se se le dotó de nuevos servicios ante la nueva coyuntura internacional provocada por la Segunda Guerra Mundial. Durate esta guerra, estuvo artillada con 3 piezas Munáiz-Argüelles de 150 mm. de calibre y el puesto de mando de la batería se ubicaba en el risco que tiene a sus espaldas..
Los planos de su planta no se conservan y menos desde que fue abandonada y desartillada en el año 1974. La instalación se encuentra en ruinas, quedando tras la construcción del muelle del Bufadero y la terminal de contenedores del puerto muy tierra adentro y totalmente fuera de lugar.
Fuente: Wikipedia
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