El Castillo de San Miguel es una fortificación defensiva que se localiza en la costa del municipio de Garachico, en la provincia de Tenerife de las Islas Canarias.
En
el siglo XVI la villa de Garachico era la población con más
actividad comercial de la isla de Tenerife y, por ello, su puerto el
más utilizado, por lo que necesitaba protección contra posibles
ataques por mar. Según señala el historiador Antonio Rumeu de Armas,
aunque no se conoce la fecha exacta de los inicios de la obra de lo
que sería el Castillo de San Miguel, el primer baluarte de esta
edificación ya existiría en 1552.
En
1553 la ciudad de Santa Cruz de la Palma sufrió el ataque del
corsario francés François Le Clerc, conocido como "Pie
de palo",
que previamente había pasado por Garachico, aunque sin
consecuencias. La capital palmera fue saqueada e incendiada, suceso
que tuvo un gran impacto en la población de las islas. A raíz de
este acontecimiento creció el temor a los ataques de la piratería y
el Cabildo de Tenerife inició una serie de gestiones ante la Corona
para poder continuar y ampliar las obras de la fortificación, aunque
sin mucho éxito. No sería hasta el año 1575, durante el reinado de Felipe II,
cuando se concedió la Real Cédula que contenía la Instrucción,
redactada por el Capitán General de Artillería don Francés de
Alava, que autorizaba la construcción de una fortaleza mayor y mejor
equipada.
Le
correspondió la realización de estas ampliaciones al corregidor
Fabián Viña Negrón, que sufragó parte de las obras y consiguió a
cambio la alcaidía vitalicia de la fortaleza, así como el derecho
de herencia para sus sucesores. Aun así, ya antes de la muerte de
éste empezaron los pleitos entre algunos de sus familiares por
conseguir el cargo de alcaide.
Esta
situación se dilató durante unos años en los que, aún con estos
problemas de gobierno, se continuaron las obras y la dotación de
armamento de la torre: si en 1552 sólo contaba con "una
pieza de artillería",
nos encontramos conque en 1589 ya se contabilizan "siete
piezas de artillería de hierro...cinco piezas de hierro colado y
tres cañones de campaña...". Es
en 1587 cuando se consideran terminadas las sucesivas obras y se
puede decir que, con excepción de algunas pequeñas reformas, la
edificación tiene ya el aspecto que conserva hoy en día.
En
1706 la
erupción del volcán de Arenas Negras sepultó
parte de la población, cuya entrada custodiaba el castillo, y,
aunque éste no sufrió daños, perdió su función defensiva al
desaparecer el puerto y perder su importancia la villa ligada a él.
La fortaleza de San Miguel es de propiedad municipal y actualmente
constituye un Centro de Información Patrimonial dependiente de la
Red de Museos del Cabildo de Tenerife.
Fuente: Wikipedia
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