Los Recintos Fortificados de Melilla la Vieja son un conjunto de cuatro fortificaciones que, a través del tiempo, han configurado la defensa de la antigua ciudad de Melilla la Vieja desde el siglo XIII, para la salvaguarda contra los ataques enemigos de la ciudad autónoma de Melilla.
El
valor monumental de los Recintos Fortificados de Melilla la Vieja
para el patrimonio histórico y cultural español fue reconocido por
su inclusión en el Decreto de de 11 de Agosto de 1953, por el que
fueron declarados Conjunto Histórico-Artístico, así como en 1986,
año en el que fueron declarados Bien de Interés Cultural.
El
paralelepípedo de forma romboide orientado de norte a sur que
conforma el primer recinto fortificado presenta dos frentes
diferenciados: el de mar y el de tierra, éstos a su vez están
divididos por dos frentes de murallas, el de tierra situado al oeste,
presenta de norte a sur los de tierra propiamente dicho al norte y el
de la marina al sur.
El
frente de mar situado a levante presenta de norte a sur los de
trápana y del socorro. El Frente de la Marina podemos considerarlo
también como perteneciente al frente de mar por estar en éste su
antiguo puerto. Destacar que Melilla es la única ciudad del
Mediterráneo que su frente marítimo no posee apertura para
cañoneras por no haber sufrido ataque por mar desde época moderna.
Las
primeras intervenciones de restauración y acondicionamiento para las
visitas se inician en 1953, bajo la dirección de Francisco Mir
Berlanga, el asesoramiento del ingeniero militar Juan Rodríguez
Puget y el de la Real Academia de San Telmo, que intervinieron en el
conjunto hasta 1970, realizando obras de limpieza y consolidación de
los diferentes elementos defensivos, con ajardinamiento y accesos.
Fruto de su trabajo son la Batería Real y los actuales accesos del
Primer, Segundo y Tercer Recinto.
Tras
diversas investigaciones y documentación de los elementos y las
ruinas e inventario de gran parte de la fortificación (1981-87) por
la Asociación de Estudios Melillenses, a cargo del Vocal de
Patrimonio Jesús Miguel Sáez Cazorla y Antonio Bravo Nieto, en 1989
se decide por parte de las autoridades de la ciudad de Melilla la
redacción de un “Plan Especial de Restauración” (PERI) de los
recintos fortificados.
Los
Recintos son de gran importancia estratégica como hábitat ya que
fue el lugar elegido como asentamiento desde la antigüedad, por
púnicos, romanos, mauritanos e hispánicos hasta nuestros días,
siendo hoy uno de los pocos recintos habitados que existen
actualmente en el Mediterráneo.
El
Primer Recinto,
además de estructuras defensivas como los frentes de muralla que
rodean al recinto o el imponente Foso de Santiago, en este recinto,
levantado durante la transición de la Edad Media al Renacimiento, es
posible visitar bellos edificios civiles y religiosos, así como
interesantes museos como el Arqueológico o el de Historia Militar,
situado en el Almacén de Pólvora. Entre las visitas de interés
cabe citar: la Puerta y Capilla de Santiago, los Aljibes, Almacenes,
el Hospital del Rey y la Iglesia de la Concepción, la más antigua
de la ciudad.
El
Segundo recinto,
también denominado Plaza de Armas, bajo la cual se excavaron los
calabozos del antiguo Presidio, conserva los Baluartes de San José y
San Pedro, unidos por una cortina con cañoneras, y los restos de la
Ermita de la Victoria, que antaño albergó la imagen de la patrona
de Melilla.
El
tercer recinto, está
situado sobre las antiguas murallas de la medina, en este recinto,
que está rodeado por el Foso de los Carneros, destacan la Torre de
la Alafia o de Cinco Palabras, la única torre medieval conservada en
la ciudad, el Baluarte y el Cuartel de San Fernando y la Batería de
San Bernabé. Se accede desde el Túnel de San Fernando, ubicado en
la muralla de la Falsa Braga, que desemboca en el Foso del
Hornabeque, excavado en el siglo XVIII.
El
cuarto recinto,
está edificado en el siglo XVIII, alberga los Fuertes del Rosario y
de las Victorias, desde donde se efectuaron los disparos que
determinaron los límites de la Melilla actual. En torno a la Plaza
de las Culturas se construyeron en el siglo XIX los barrios de Fuerte
de San Carlos, Fuerte de San Miguel, Alcazaba y Mantelete.
Fuente: Wikipedia
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