lunes, 14 de septiembre de 2020

Recintos Fortificados de Melilla la Vieja (Melilla)

 


Los Recintos Fortificados de Melilla la Vieja son un conjunto de cuatro fortificaciones que, a través del tiempo, han configurado la defensa de la antigua ciudad de Melilla la Vieja desde el siglo XIII, para la salvaguarda contra los ataques enemigos de la ciudad autónoma de Melilla. 

El valor monumental de los Recintos Fortificados de Melilla la Vieja para el patrimonio histórico y cultural español fue reconocido por su inclusión en el Decreto de de 11 de Agosto de 1953, por el que fueron declarados Conjunto Histórico-Artístico, así como en 1986, año en el que fueron declarados Bien de Interés Cultural. 

El paralelepípedo de forma romboide orientado de norte a sur que conforma el primer recinto fortificado presenta dos frentes diferenciados: el de mar y el de tierra, éstos a su vez están divididos por dos frentes de murallas, el de tierra situado al oeste, presenta de norte a sur los de tierra propiamente dicho al norte y el de la marina al sur. 

El frente de mar situado a levante presenta de norte a sur los de trápana y del socorro. El Frente de la Marina podemos considerarlo también como perteneciente al frente de mar por estar en éste su antiguo puerto. Destacar que Melilla es la única ciudad del Mediterráneo que su frente marítimo no posee apertura para cañoneras por no haber sufrido ataque por mar desde época moderna. 

Las primeras intervenciones de restauración y acondicionamiento para las visitas se inician en 1953, bajo la dirección de Francisco Mir Berlanga, el asesoramiento del ingeniero militar Juan Rodríguez Puget y el de la Real Academia de San Telmo, que intervinieron en el conjunto hasta 1970, realizando obras de limpieza y consolidación de los diferentes elementos defensivos, con ajardinamiento y accesos. Fruto de su trabajo son la Batería Real y los actuales accesos del Primer, Segundo y Tercer Recinto. 

Tras diversas investigaciones y documentación de los elementos y las ruinas e inventario de gran parte de la fortificación (1981-87) por la Asociación de Estudios Melillenses, a cargo del Vocal de Patrimonio Jesús Miguel Sáez Cazorla y Antonio Bravo Nieto, en 1989 se decide por parte de las autoridades de la ciudad de Melilla la redacción de un “Plan Especial de Restauración” (PERI) de los recintos fortificados. 

Los Recintos son de gran importancia estratégica como hábitat ya que fue el lugar elegido como asentamiento desde la antigüedad, por púnicos, romanos, mauritanos e hispánicos hasta nuestros días, siendo hoy uno de los pocos recintos habitados que existen actualmente en el Mediterráneo. 

El Primer Recinto, además de estructuras defensivas como los frentes de muralla que rodean al recinto o el imponente Foso de Santiago, en este recinto, levantado durante la transición de la Edad Media al Renacimiento, es posible visitar bellos edificios civiles y religiosos, así como interesantes museos como el Arqueológico o el de Historia Militar, situado en el Almacén de Pólvora. Entre las visitas de interés cabe citar: la Puerta y Capilla de Santiago, los Aljibes, Almacenes, el Hospital del Rey y la Iglesia de la Concepción, la más antigua de la ciudad. 

El Segundo recinto, también denominado Plaza de Armas, bajo la cual se excavaron los calabozos del antiguo Presidio, conserva los Baluartes de San José y San Pedro, unidos por una cortina con cañoneras, y los restos de la Ermita de la Victoria, que antaño albergó la imagen de la patrona de Melilla. 

El tercer recinto, está situado sobre las antiguas murallas de la medina, en este recinto, que está rodeado por el Foso de los Carneros, destacan la Torre de la Alafia o de Cinco Palabras, la única torre medieval conservada en la ciudad, el Baluarte y el Cuartel de San Fernando y la Batería de San Bernabé. Se accede desde el Túnel de San Fernando, ubicado en la muralla de la Falsa Braga, que desemboca en el Foso del Hornabeque, excavado en el siglo XVIII. 

El cuarto recinto, está edificado en el siglo XVIII, alberga los Fuertes del Rosario y de las Victorias, desde donde se efectuaron los disparos que determinaron los límites de la Melilla actual. En torno a la Plaza de las Culturas se construyeron en el siglo XIX los barrios de Fuerte de San Carlos, Fuerte de San Miguel, Alcazaba y Mantelete. 

Fuente: Wikipedia

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