martes, 6 de octubre de 2020

Murallas de Úbeda (Jaén)

 


Las Murallas de Úbeda son el conjunto de fortificaciones, principalmente a partir del siglo X, que rodean el casco antiguo de la ciudad homónima en la provincia de Jaén (Andalucía). 

Propia de la importancia estratégico-defensiva que adquirió la ciudad jiennense, su amurallamiento fue impresionante, como aún hoy día se puede apreciar. De él afirmaban varios autores que “ Es la Ciudad de Úbeda cercada de muralla muy fuerte y hermosamente torreada que le da mucha majestad y ornato”. Otro historiador, Pedro Méndez de Silva, cita a Úbeda en su célebre Población de España, en los siguientes términos: ”Con fuertes y torreados muros, hermoseada de vistoso alcázar se descubre en un cerro la ciudad de Úbeda”. 

La primera vez que se menciona la cerca de Úbeda en fuentes documentales fue con motivo de la Batalla de las Navas de Tolosa. Cuando los moradores de la ciudad de Baeza ante la cercanía de los ejércitos cristianos se refugian en la mezquita de Úbeda al amparo de sus murallas. Fuera de las murallas, la ciudad se extendía a través de "la jerquía", análogamente a como en Córdoba conocen la ciudad baja o “axerquia”. 

Sus muros estaban siempre hermosamente almenados y desde ellos, los heraldos y vigías proclamaban a toque de timbales y clarines los acontecimientos más notables. Cada puerta y torre estaba amparada por un caballero y su noble estirpe. Ya en 1700, los huecos entre las torres comienzan a ser ocupados por casas, aprisionando la muralla y dejándola a merced de los vecinos de esas casas, quienes para hacerlas más espaciosas, clandestinamente la hacen desaparecer. 

A partir del año 1821 la muralla empieza a ser totalmente abandonada, y se empiezan a enajenar sus terrenos para aliviar las penurias del Concejo. Año tras año, con indiferencia se van arrancando piedras a la muralla. En 1876 se derribó la celebérrima Puerta de Toledo. 

Se conformaba con dos recintos. El primer recinto amurallado se limitaría al Cerro del Alcázar, en una segundo momento se fortificarían los arrabales surgidos en torno a este primer núcleo. Aún se conserva en gran parte este segundo anillo defensivo, incluyendo algunas de sus antiguas puertas y bastantes torres. En total contaba con 9 puertas, 13 si sumamos las del Alcázar. 

La más importante con diferencia, por su monumentalidad y significancia era la desaparecida Puerta de Toledo, frente a la que se abrió el mercado, y bajo la cual el Emperador Carlos I juró los fueros ubetenses. Fue demolida incomprensiblemente a comienzos del siglo XIX. 

Las tres puertas principales que se conservan son:

La Puerta del Losal, o de Valencia. Es mudéjar y se compone de un doble arco de herradura apuntado y un arco exterior de medio punto, sustentado por columnas octogonales. Su estilo mudéjar es un buen ejemplo de las técnicas musulmanas que se continuaron utilizando tras la reconquista. 

La Puerta de Granada, que se enmarca en arco de medio punto y sigue la misma línea de muralla. Daba acceso al antiguo Camino Real de Granada. Junto a ella, se hallaba el majestuoso Arco de San Lorenzo, demolido en el año 1856. También se encuentra un pilar abrevadero desde época inmemorial. En los alrededores, se encuentran restos de las curtidurías de la época islámica, la llamada Plaza de las Tenerías y, por detrás, restos de la Barbacana de la muralla. La tradición dice que por esta puerta se dirigió la reina Isabel la Católica a la conquista de Baza. 

La Puerta de Santa Lucía o puerta mudéjar de Quesada: ha sido reconstruida pero conserva el arranque de los arcos originales y de la cimentación. Da acceso al barrio árabe y alfarero de San Millán y marca el inicio de la Redonda de Miradores, notable mirador a los campos que rodean la ciudad. 

Por su cercanía, se presume la sustituta de la que sería la puerta más antigua que tubo Úbeda, la llamada Puerta de Ibiut, la más impresionante del conjunto amurallado y aneja a la mítica torre de Ibiut, origen mítico de la propia Úbeda, así como con el llamado en algunos escritos como Arco de Viuz, o también Puerta de Bahud o Abehud. 

En cuanto a las torres, hay que destacar la de las Torre de las Arcas, en la Corredera y la Torre del Reloj, en la Plaza de Andalucía, con un bello templete superior de estilo Renacimiento, que contiene el cuerpo de las campanas. Con posterioridad, cada nuevo barrio o arrabal, se fue amurallando, abriendo nuevas puertas y postigos anexos a la cerca principal. 

Fuente: Wikipedia

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