martes, 6 de octubre de 2020

Castillo de Solera (Jaén)

 


El Castillo de Solera es una fortificación militar que se encuentra situada en la población de Solera en la provincia de Jaén (Andalucía).

Se localiza en la falda del cerro Morrón (1298 metros de altura), en un espolón rocoso de 1090 metros de altura, sólo accesible por el sur y situado al noreste de la actual población. Dada su posición, el castillo posee un extraordinario control visual del valle y de la margen derecha del río Jandulilla. Toda la construcción se monta encima de la roca que le sirve de cimentación. Los paramentos originales, que presentan un fuerte deterioro, se encuentran enmascarados por remodelaciones recientes. 

Solera fue conquistada, a mediados del siglo XIII, por Don Sancho Martínez de Xódar, personaje muy influyente y cercano a Alfonso X el Sabio. Don Sancho, merced a su actividad bélica, logró formar durante la segunda mitad del siglo XIII un extenso señorío en tierras jiennenses. Solera entró a formar parte de sus dominios, pero a diferencia de la conquista de los emplazamientos cercanos de Chincóyar y Ablir, cuya posesión fue mantenida ya definitivamente por este noble castellano, Solera fue recuperada muy pocos años después por los granadinos, no volviendo a poder castellano hasta el siglo XV. 

Sería en este momento, y al perder los granadinos Chincóyar y Ablir, que controlaban la margen derecha del Jandulilla, cuando se construye el castillo en Solera. Esta sustitución producida en el último cuarto del siglo XIII, nos habla claramente de los cambios producidos en la organización territorial y económica del territorio. De dos castillos situados, ciertamente, en promontorios de fácil defensa, pero en una cota baja que los hacía accesibles a la población del valle, pasamos a un castillo situado en un auténtico nido de águila de muy difícil acceso, pero con la ventaja de tener un emplazamiento desde el cual se podía vigilar perfectamente la entrada al valle. 

Así pues, los sucesivos señores de Solera formaron entre 1458 y 1543 un modesto patrimonio que comprendía cuatro villas conseguidas por donación real y una serie de bienes inmuebles tales como casas, molinos y tierras de cereal y huerta. Se ignora todo lo que se refiere a la población del señorío, sólo que una investigación sobre diezmos llevada a cabo por el obispo de Jaén en 1513 nos muestra a Solera como un lugar despoblado y en ruinas. Por lo que se ha de suponer que los señores de la Cueva deberían vivir más de sus cargos en Úbeda y Baeza y de los frutos de sus tierras que de los impuestos que podían obtener de unos vasallos inexistentes. 

Se pueden distinguir en el conjunto defensivo al menos dos fases constructivas. En la cima, y conformando una pequeña meseta rocosa, hay unos muros de mampostería de tamaño irregular y disposición desconcertada que delimitan un pequeño recinto, al que está asociado un aljibe de pequeñas dimensiones que conserva aún restos de la bóveda apuntada de cubrición y del enlucido interior de almagra, y que cerraba la parte más elevada del promontorio. Fue reutilizado con otros fines en fecha posterior, puesto que se le han practicado unos escalones de entrada y una ventana en la parte opuesta. Cronológicamente se puede adscribir a las últimas décadas del siglo XIII, una vez que el tramo superior del valle del Jandulilla se integró en el reino nazarí de Granada. 

Más abajo, en una segunda zona llana hay restos de otras construcciones de más envergadura. Se trata ahora de un auténtico castillo flanqueado por torres de mampostería de sillares en los ángulos y muros que cierran el recinto. La comunicación entre ambos ámbitos se efectúa a través de un pasadizo, cubierto de bóveda de medio cañón, también de mampostería y que conserva restos de enlucido en sus muros. Toda la construcción está montada directamente sobre la roca, que le sirve de cimentación y a la que se va adaptando la construcción. 

Fuente: Wikipedia

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