viernes, 2 de octubre de 2020

Castillo de Segura de la Sierra (Jaén)

 


El Castillo de Segura de la Sierra es una fortificación de origen árabe que se encuentra situado en la población del mismo nombre de la provincia de Jaén (Andalucía). 

Segura de la Sierra se sitúa en el límite de aguas que van al Guadalquivir y al Guadalimar y, por otra parte, las del río Segura y su afluente el Madera, muy próxima a la ruta que comunica el alto Guadalquivir con las tierras de La Mancha. 

Es uno de los principales atractivos culturales de la comarca, ofrece una panorámica impresionante visible desde varios kilómetros a la redonda. Tal fue su importancia en el pasado, que se convirtió en el centro hegemónico de la comarca, tanto en la época musulmana como en la cristiana. 

El castillo procede de la época en que los caballeros santiaguistas poseían la encomienda de Segura y posiblemente fue levantado entre los siglos XIII y XIV, aprovechando los baños existentes y parte de los antiguos muros musulmanes, edificando una fortaleza con torre del homenaje y muros exteriores. 

Los primeros pobladores de la zona se remontan a la Edad del Bronce, ya que se han descubiertos restos arqueológicos en dos puntos muy distantes entre sí: El Poyo de los Letreros, ubicado en la zona de los Huecos de Bañares; y el Castillón del Moro, que se localiza en las proximidades del embalse de Guadalmena. Al final de la época romana se creó un nuevo poblado en el lugar de Segura la Vieja, situado cerca de la aldea de Moralejos. 

En el año 781 Abderramán I arrebató Segura de la Sierra, en árabe Saqura, al primogénito de Yusuf, Abu-Asuar. Ya en esta época existía una pequeña fortificación que protegía a la alquería de Saqura. A partir de los siglos IX y X, Saqura, como la llamaban los árabes, fue creciendo en importancia hasta convertirse en los siglos XI y XII en una fortaleza con madina mportante y próspera, así, en el siglo XI, Segura fue cabeza de un pequeño reino de taifa a cuyo distrito pertenecían también Hornos, Socovos y Ferez. 

Tras un periodo en que alternó la independencia con la pertenencia a las taifas de Murcia, Denia y Sevilla, los almorávides, entre 1090 y 1095, la incorporaron al imperio norteafricano de Yusuf ibn Tasfin. En 1147, Ibn Hamusk se enfrentó a los almorávides y la mantuvo en su poder, propiciando la etapa más importante de la Segura musulmana. Su alianza con el “rey lobo” de Murcia le permitió integrarse activamente en un amplio territorio que se extendía desde Almería al Ebro incluyendo Levante. 

La primera fortificación de envergadura de Segura de la Sierra la mandó construir Ibrahim ibn Hamusk, en la segunda mitad del siglo XII. Posteriormente, fue reformada por los almohades que incrementaron la seguridad añadiendo un nuevo cinturón de murallas. 

Como reino taifa independiente se enfrentó a los almohades cuando éstos intentaban imponer la unidad musulmana, aunque en 1169 acabaron incorporando Segura a su dominio. La primera conquista cristiana de Segura ocurrió en 1214, sin embargo fue temporalmente recuperado por los musulmanes, hasta que, en 1241, su situación, aislada en un territorio controlado por los cristianos, se hizo insostenible y volvió a manos de Castilla. 

Fernando III le otorgó el Fuero de Cuenca y, en 1242, la convirtió en Encomienda de la Orden de Santiago. Tres años más tarde, Segura se instituyó como sede de la encomienda mayor de Castilla que hasta entonces había radicado en Uclés, perteneciente a la jurisdicción eclesiástica de Toledo y será una de las claves que explican la grandiosidad de la fortaleza cristiana. 

Después del Pacto de Jaén (1246), Segura y su territorio no tuvieron gran papel en la continuación de la reconquista puesto que quedaban lejos de la frontera. Con todo, en 1342, Fernán Ruiz de Tahuste, comendador de Segura, dirigió una expedición contra Granada aprovechando que el rey nazarí había acudido en auxilio de Algeciras, mientras que en 1434, el alcaide de Segura, Juan Rodríguez destacó en la conquista de Huéscar, a las órdenes de don Rodrigo Manrique. 

Aunque el castillo de Segura se abandonó a partir del siglo XVI, durante la Guerra de la Independencia los serranos lo ocuparon para organizar la resistencia frente a las tropas francesas. Sin embargo las tropas napoleónicas se hicieron con el castillo y al abandonarlo lo incendiaron así como la villa y los archivos de la Encomienda de Santiago. 

De las defensas que poseía Segura de la Sierra en el siglo XV, se conservan hoy el castillo de Segura, la Torre del Agua y diversas partes del recinto murado así como la estructura básica y parte de una gran torre de un segundo recinto que se extendía al pie de la peña. 

El castillo de Segura consta de dos recintos sucesivos: alcazarejo y exterior. 

El alcazarejo tiene como base un trapecio tan irregular como la montaña sobre la que se asienta. La defienden cuatro torres con esquinas achaflanadas con remate almenado, una de ellas, la poderosa torre del Homenaje. La Torre del Homenaje situada en la esquina este es de base cuadrangular y está estructurada interiormente en dos salas superpuestas con cubiertas abovedadas y está culminada por una azotea almenada, comunicadas por una escalera empotrada intramuros. Se trata de una torre portentosa y acentúa el efecto global de solidez de la fortaleza. 

Una de las torres protege la puerta de acceso con entrada acodada, mientras que otra de ellas está casi desprovisto de proyección exterior porque el zócalo rocoso no se lo permite. Existe, además, otro torreón semicircular y dos contrafuertes que subdividen los lienzos del cerramiento habilitando, al propio tiempo, pequeñas plataformas para el tiro de flanco. 

El alcazarejo dispone además de un patio de armas con un gran aljibe en el centro, dos baños árabes situados en los laterales este y norte, una especie de tribuna, la capilla de Santa Ana y los restos de lo que pudiera ser un almacén. 

La capilla está adosada a una torre antes con acceso directo a ella, de nave rectangular rematada por un ábside semicircular y cubierta a dos aguas, de estilo mudéjar, su fecha de construcción es del siglo XIII. 

El recinto exterior corona el cerro en una cota más baja. Está construido en mampostería menuda y en él se distinguen dos aljibes excavados en la roca y una barbacana superior que da acceso a la puerta principal, que tenía un acceso diferente al actual. Estas murallas están reforzadas por un torreón semicircular en el sudoeste y por un adarve que une dos contrafuertes en el sudeste que incrementan aún más la sensación de inaccesibilidad. 

En la Torre del Agua y en otros puntos del recinto murado del Sierra de Segura se puede observar el fortísimo calicanto del tapial musulmán. El castillo se unía a la villa a través de una cerca murada que la protegía y se vertebraba a través de numerosas torres y con cuatros puertas guarnecidas, a su vez, por torres de calicanto: las de Gantar, Nueva, Catena y Orcera. 

Toda esta obra es cristiana de mediados del siglo XIII, aunque asentada sobre restos musulmanes de dos épocas diferentes, una primera en la segunda mitad del siglo XII y posteriormente se produjo una reforma almohade. 

Fuente: Wikipedia

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