miércoles, 7 de junio de 2023

Fortaleza de Outeiro (Portugal)

 


La Fortaleza de Outeiro se encuentra situada en el término municipal de la localidad del mismo nombre en el distrito de Bragança de Portugal. 

La montaña donde se ubica, cuya cima se eleva a unos 800 metros de altitud, es un punto estratégico de innegable importancia en el paisaje del Nordeste transmontano. A medio camino entre Bragança y Vimioso, desde él se avistan las tierras de Miranda y de Zamora, circunstancia que favoreció la implantación del castillo medieval. 

En la actualidad, los restos que quedan en pie de la estructura defensiva son tan sólo una pálida imagen de lo que el castillo fue en otro tiempo. No obstante, la historia de la localidad es una prueba de ese pasado importante, cuyos orígenes, se remontan al período romano cuando existió en el lugar una hacienda de carácter agrícola. 

El castillo, del que quedan sólo vestigios, es una construcción de la Baja Edad Media, con gran probabilidad del reinado de D. Dinis. En el año 1287, Santa María de Outeiro es referida en los documentos como una parroquia y una década después se menciona la población como Outeiro de Miranda. La fortaleza debe ser contemporánea de estas fechas, lo que viene reforzado por la planta ovalada irregular de su perímetro amurallado, tan característico de las villas nuevas proto-urbanas de Trás-os-Montes y del Alto Duero, en los siglos XIII y XIV. 

Sobre la estructura interna, se desconoce casi todo. Y lo que aún queda, entre arbustos y alta hierba, carece de una intervención arqueológica de fondo, que proporcione indicadores cronológicos seguros acerca de las fases de ocupación y de destrucción del conjunto. 

El gran desconocimiento que hoy se tiene sobre de este castillo no implica, sin embargo, una devaluación acerca de su papel en la historia. En 1369, en el contexto de las guerras peninsulares que contribuyeron al cambio dinástico tras la muerte de D. Fernando, la fortaleza fue tomada por tropas castellanas pasando, a partir de entonces, a la soberanía de Castilla. Décadas después, en el invierno de 1386, fue asaltada por D. João I, que la devastó. 

Este mismo monarca, pacificado el territorio y pretendiendo desarrollar el depauperado reino, patrocinó la reconstrucción de sus murallas y concedió privilegios a todos los que edificaran casas en el interior del castillo. En 1418, se desarrollaban obras de ampliación del perímetro amurallado, lo que indica que el programa de D. João I había sido bien acogido. A lo largo de todo el siglo XV, se registra la cesión de privilegios regios (D. Afonso V y D. João II), síntoma claro de la importancia del castillo en el contexto regional nordestino. 

La historia de la fortaleza durante la Edad Moderna es la de una lenta e inexorable decadencia. En el siglo XVII, tras ser asolada por fuerzas españolas en la Guerra de la Restauración, se produjo el completo abandono del castillo y hasta la decadencia de la villa, cuyo municipio fue extinto en 1853 para ser integrado como freguesía de Bragança. 

Outeiro nunca se incluyó en las rutas de redescubrimiento de la Edad Media que se desarrollaron durante el Romanticismo, ni tampoco figuró como monumento militar importante para llegar a ser restaurado por la ola reconstructora del Estado Novo. Pese a ser clasificado en 1955 como Inmueble de Interés Público, sólo una pequeña campaña de consolidación de las ruinas tuvo lugar en 1993, pero desde entonces permanece abandonado a la acción de los elementos. 

Presenta planta ovalada irregular adaptada al terreno, con muralla en piedra de granito, abundante en la región. Una de las caras es rectilínea. El acceso se efectuaba por una puerta en arco pleno, de la cual son visibles sus vestigios. En el lado sur, se identifican los restos de un baluarte. 

A principios del siglo XVI el castillo contaba con una torre al norte, de planta cuadrada, con 4,18 metros de lado (paredes de 1,32 metros de espesor), elevándose a veinte metros de altura. La Torre del Homenaje, de planta rectangular, con 4,4 metros por 3,85 metros (paredes de 1,6 metros de espesor), se elevaba a 17,6 metros de altura. La cisterna subterránea, destinada a recoger las aguas pluviales, hoy cegada, tendría 3,5 metros de profundidad. 

Fuentes: Wikipedia
               Castillos, Torres y Fortificaciones de Portugal

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