El Castillo de Belmonte se encuentra situado en la población del mismo nombre perteneciente al distrito de Castelo Branco de Portugal.
Construido
sobre un un monte aislado en la cara oriental de la Serra
da Estrela,
el castillo fue erigido en el contexto político de poblamiento y
afirmación del poder real portugués en la región, emprendido por
D. Sancho I entre finales del siglo XII e inicios del siglo XIII, en
pleno proceso de conformación de la frontera oriental en los inicios
de la nacionalidad portuguesa frente a los intereses territoriales
del vecino reino de León.
En
1199 aquel monarca transfirió para Belmonte el Foral que
anteriormente (en 1194) el obispo de Coimbra había concedido a la
cercana Centum
Cellas,
privilegiando su situación en altura, más adecuada a los fines
político-militares regios. La construcción del castillo constituía
una garantía de seguridad para las poblaciones que se fueron
estableciendo alrededor.
Datará
de este período la hipotética edificación por el soberano del
recinto amurallado, sensiblemente semejante a lo que hoy podemos ver.
Esta cronología es confirmada por la moderna investigación
arqueológica, que comprueba la existencia del castillo a finales del
siglo XII e inicios del siglo XIII, con la demolición de casas en su
interior, mientras que la población se desarrollaba extramuros.
La
Torre del Homenaje se fecha en cambio en la segunda mitad del siglo
XIII por iniciativa de los obispos de Coimbra, que veían en el
Castillo de Belmonte un baluarte de defensa de sus intereses
particulares, frente a las pretensiones territoriales del nuevo
obispado de Guarda. Un enfrentamiento de intereses obispales que
durante los siglos XIII y XIV provocó no pocas querellas, hasta la
resolución definitiva del conflicto en 1392, a través de la permuta
entre la Catedral de Coimbra y Martin Vasquez da Cunha. En todo caso,
tras la firma del Tratado de Alcañices (1297), con la consiguiente
transferencia de las fronteras hacia el este, el castillo perdió
importancia estratégica y por tanto su importancia militar.
En
la segunda mitad del siglo XIV, con los conflictos luso-castellanos
acaecidos durante el reinado de D. Fernando y los producidos con la
crisis dinástica de 1383-1385, el castillo recuperó alguna
importancia político-militar. De estos enfrentamientos recibió
algunos daños, que llevaron a D. João I a conceder al obispo de
Coimbra autorización para reclutar a veinte huidos de la justicia
para poblarlo y restaurarlo. También tras la confiscación real del
señorío sobre el castillo nombró a su primer alcaide, Luis Álvares
Cabral, en el año 1398.
La
reconstrucción incluyó entonces la creación de una entrada en codo
que todavía hoy conserva. En 1466 D. Afonso V creó la alcaidía
mayor del castillo, entregándola a título hereditario, junto con el
señorío sobre la villa y su término, a Fernando Cabral, nieto del
primer alcaide y padre del famoso descubridor de Brasil, Pedro
Álvares Cabral.
Aunque
conservando su función militar, esta se volvió secundaria, pues la
casa propietaria, los Cabral, llevaron a cabo transformaciones
durante do o tres generaciones para adaptar el castillo a residencia
señorial fortificada. Por todo el perímetro amurallado actual
fueron adosándose construcciones que definieron un edificio con
patio central, alrededor del cual se fueron estructurando las áreas
de residencia, recaudación y servicios.
Fue
entonces cuando se abrieron las ventanas existentes en la muralla
oeste, formando parte de la casa palaciega, entre ellas la bellísima
ventana manuelina que fue construida durante la segunda decena del
siglo XVI por Dña. Joana Coutinho.
A
mediados del siglo XVII un violento incendio arrasó la parte
residencial del pazo cabralino, que fue abandonado en cuanto polo de
poder y ostentación de esta importante familia de la Beira. Durante
los siglos XVIII y parte del XIX el castillo será utilizado como
granero y recaudación de las rentas de los Cabral en la región. Fue
en ese momento cuando le fue añadido el edificio existente a la
derecha de la entrada. Este edificio funcionó, a principios del
siglo XX, como prisión. En 1927 fue declarado Monumento Nacional.
Actualmente el castillo está adaptado como estructura cultural, como
museo y anfiteatro al aire libre.
Fuentes: Wikipedia
Castillos, Torres y Fortalezas de Portugal
Galería:
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