domingo, 18 de junio de 2023

Castillo de Algoso (Vimioso, Portugal)

 


El Castillo de Algoso se encuentra situado en el actual término municipal de la localidad de Vimioso en el distrito de Bragança de Portugal. 

Se sitúa en posición dominante sobre la Peña de la Penenciada, dominando la planicie envolvente y la confluencia del arroyo de Angueira con el rio Maçãs. 

Fue una de las fortalezas medievales más importantes del este tramontano, evocadora de las guerras con León y de las tentativas de los monarcas portugueses para afirmar su autoridad en la región. 

La arqueología ha permitido confirmar que, antes de que la Edad Media, ya existía un castillo en este lugar, remontándose el poblamiento desde el calcolítico hasta el período romano, si bien parece que los restos encontrados no se refieren tanto a una efectiva presencia militar sino más bien a una escombrera del siglo XIV. 

La historia del castillo de Algoso comienza en el siglo XII, en altura aún incierta, pero que se podrá situar durante la fase final del reinado de Afonso Henriques, cuando Sancho I se encontraba ya ejerciendo el poder regio. Por aquel entonces el castillo fue construido por Mendo Bofino, un señor local que, aun teniendo vínculos con la corte de León, se mantuvo fiel a la causa portuguesa, adquiriendo gran protagonismo en el este tramontano. El rey asignó a este castillo la cabeza de la Tierra de Miranda, lo que nos indica la importancia de la fortaleza como punto nuclear de apoyo de la autoridad regia en esta periférica región y como parte esencial de la línea defensiva de la frontera con León. 

Por desgracia, de esta primera construcción militar se tienen pocos datos. Lo más probable es que fuera construido según los principios de castillo románico. Podría o no tener torre del homenaje y se adaptaría a las condiciones del terreno. 

Después de un período relativamente prolongado de guerra con el reino de León, el castillo fue donado en 1224 por Sancho II a la Orden de San Juan de Jerusalén o del Hospital. En posesión de los Hospitalarios, el castillo fue transformado en una fortaleza gótica, caracterizada por una estrategia de “defensa activa”. 

Se construyó la Torre del Homenaje de planta heptagonal, así concebida para resistir mejor a los ataques, proporcionar más adecuados ángulos de tiro (en particular los verticales, según se aprecia por la existencia de matacanes sobre la puerta de entrada del recinto) y mejor servir de residencia al comendador. 

No obstante, asistimos ya en esa época a un cambio en las estrategias de expansión regia por aquella región tan periférica de Portugal. Es ese momento empezó a privilegiarse la creación de juzgados y de pueblos nuevos, de carácter urbano, relegando los castillos como el de Algoso -más roquero y aislado- hacia una situación puramente defensiva y de contenido únicamente militar. Para 1286 al castillo de Algoso dejó de ser cabeza de esta tierra, transfiriéndose el poder hacia el castillo y la villa de Miranda do Douro. 

Se trata de un castillo roquero construido sobre un gran roquedo, de pequeñas dimensiones y planta de formato rectangular adaptada al terreno. En la muralla, al norte, se abre la puerta de entrada en arco pleno, a la que se accede por una escalera de escalones tallados en la roca. Este portón es defendido por un cubo, hoy sin sus merlones, donde se destaca una balconada sobre matacanes. Franqueando la puerta, se abre una reducida plaza de armas de donde, a su vez, se accede a la torre del homenaje. Esta presenta planta heptagonal, dividida internamente en tres plantas. Los dos primeros se destinaban a la vivienda y al último, a la defensa.

Fuentes: Wikipedia
               Castillos, Torres y Fortalezas de Portugal

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